El viaje extraordinario de Gato Nube



Érase una vez en una ciudad llena de ruido y luces, un gato llamado Nube. Nube no era un gato cualquiera; tenía un pelaje suave y blanco como las nubes del cielo y unos ojos tan brillantes que podían iluminar la oscuridad. Pero más que su apariencia, lo que hacía a Nube especial era su enorme corazón. Su dueña, Sofía, lo había rescatado de la calle cuando era un pequeño gatito, y desde ese momento, él decidió que haría todo lo posible por protegerla y hacerla feliz.

Un día, mientras exploraba el ático de su casa, Nube encontró un viejo reloj de bolsillo cubierto de polvo. Chocó el reloj con su patita, y de repente, una luz brillante envolvió la habitación. Nube quedó deslumbrado y, sin saber cómo, fue transportado a un tiempo del pasado.

Al abrir los ojos, se encontró en el mismo lugar, pero en una versión más antigua. Las casas eran diferentes, y todo parecía más tranquilo. Miró a su alrededor y, a lo lejos, escuchó una voz familiar.

"¡Nube!" - Era Sofía, cuando era solo una niña. Ella estaba en el parque, jugando y riendo con otros niños.

Nube corrió hacia ella, pero antes de que pudiera llegar, vio algo que lo preocupó; una motocicleta a gran velocidad se dirigía hacia Sofía. Si no hacía algo, su dueña podría estar en peligro.

"¡Miau, miau!" - gritó Nube, tratando de atraer su atención.

Sofía, sorprendida, miró hacia el lado donde Nube estaba.

"¡Nube! ¿Cómo llegaste acá?" - preguntó ella, confundida.

Pero Nube sabía que no era momento para explicaciones. Con un salto ágil, se lanzó frente a la motocicleta justo a tiempo. La motocicleta frenó de golpe y el motorista se tambaleó, evitando un accidente. Sofía se dio cuenta del peligro y, con un grito, corrió hacia Nube.

"¡Nube! Eres mi héroe, ¿estás bien?" - pregunto, con preocupación.

Nube, aliviado, se sacudió el pelaje y respondió:

"¡Miau! Todo bien, pero tenemos que irnos a casa, hay cosas importantes que hacer."

Juntos se alejaron del parque. Nube decidió que debía asegurarse de que Sofía estuviera a salvo aquel día. La llevó a su casa y, mientras ella jugaba con sus muñecos, Nube empezó a investigar cómo había llegado allí. Recordó el reloj; quizás podría ayudarlo a volver al presente.

Mientras Sofía estaba distraída, Nube subió al escritorio de su dueña y, justo al lado del reloj, encontró un antiguo libro sobre magia. En una de las páginas, leyó una frase que decía: “Si el corazón es puro y el amor es verdadero, cualquier aventura se puede hacer realidad.”

Con esa idea en mente, Nube comprendió que su amor por Sofía era su mayor poder. Se acercó a ella, le lamió la mano y le dijo:

"Sofía, tenemos que hacer un hechizo juntos para regresar."

Sofía lo miró asombrada.

"¿Un hechizo? ¿De verdad, Nube?" - preguntó divertida.

"Sí, solo hay que creer y decir en voz alta: ‘El amor nos une, en el tiempo viajamos, juntos siempre, ¡nunca nos separamos! ’" - respondió el gato.

Sofía sonrió y repitió las palabras junto a Nube. De repente, una luz brillante los envolvió y ambos fueron transportados de vuelta al presente.

Cuando abrieron los ojos, estaban en el mismo lugar donde comenzó todo. Sofía miró a su alrededor con asombro y luego abrazó fuertemente a Nube.

"¡Lo hicimos! ¡Estamos de vuelta!" - exclamó felizmente.

Desde ese día, Nube comprendió que el amor trasciende el tiempo y que, gracias a su valentía, pudo proteger a su dueña. Y Sopí entendió que su gato no solo era un compañero, sino su mejor amigo, que haría lo que fuera por ella.

Cada vez que Nube miraba el viejo reloj, sonreía y pensaba en su increíble aventura, recordándole que el amor siempre encuentra la manera de mantenernos juntos, sin importar el lugar ni el tiempo. Y así, vivieron felices y unieron aún más su amistad, siempre listos para enfrentar cualquier aventura que la vida les presentara.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!