El viaje hacia la escuela del Abu Titan
Era un día soleado en el barrio cuando El Abu Titan, el abuelo más divertido y aventurero que conocíamos, apareció en la puerta de nuestra casa con una gran sonrisa.
"¡Buenos días, chicos! ¿Listos para ir a la escuela?"Nosotros nos quedamos sorprendidos y emocionados al mismo tiempo. Nunca antes habíamos ido a la escuela con él. "¡Síiiiiii!" -gritamos a coro. Sin esperar más, subimos al auto de El Abu Titan y comenzó nuestro viaje hacia la escuela.
Pero algo extraño sucedió en el camino: empezó a llover muy fuerte y las calles se inundaron. "No podemos pasar por aquí" -dijo El Abu Titan preocupado. Pero entonces recordó que había un atajo secreto que solo él conocía.
Nos llevó por un camino de tierra rodeado de árboles y arbustos. Era como estar en medio de una selva tropical. Nos sentimos aventureros explorando lo desconocido mientras atravesábamos charcos gigantes y esquivábamos ramas caídas.
Finalmente llegamos a la escuela, pero nos dimos cuenta de que habíamos perdido nuestros zapatos en el camino debido al barro. "¿Qué hacemos ahora?" -pregunté asustada.
El Abu Titan no se desanimó ante los obstáculos del camino y rápidamente pensó en una solución creativa: usaremos hojas como zapatos temporales hasta que podamos conseguir unos nuevos. Así fue como entramos triunfantes a la escuela con nuestras hojas-zapatos puestas, causando risas y asombro entre los demás niños.
Pero la aventura no había terminado aún. Durante el día, aprendimos muchas cosas nuevas en la escuela, como sumar y restar números grandes, leer cuentos interesantes y jugar con nuestros amigos.
Cuando salimos de la escuela, nos dimos cuenta de que se había despejado el cielo y el sol brillaba de nuevo. Pero mientras caminábamos hacia casa, nos encontramos con un perro callejero que estaba perdido.
"Chicos, ¿qué tal si ayudamos a este perrito a encontrar su hogar?" -propuso El Abu Titan. Juntos buscamos al dueño del perro por todo el vecindario hasta que finalmente lo encontramos. La emoción del reencuentro fue tan grande que incluso El Abu Titan derramó una lágrima.
Al final del día, aprendimos que cada obstáculo puede ser una oportunidad para aprender algo nuevo o ayudar a alguien más.
Y aunque nunca imaginamos ir a la escuela con hojas en los pies y rescatando perros perdidos, descubrimos que las aventuras más inesperadas pueden ser las más divertidas e inspiradoras gracias a El Abu Titan.
FIN.