El viaje hacia un futuro sostenible



Había una vez una familia muy unida, formada por los padres, Tomás y Teresa, y sus hijos, Martín y Sofía.

Un día, mientras estaban de vacaciones en la playa, encontraron un extraño objeto brillante que resultó ser una máquina del tiempo. - ¡Miren lo que encontré! -exclamó Martín emocionado. - ¿Qué es eso? -preguntó Sofía curiosa. - Es una máquina del tiempo. Podemos viajar al futuro o al pasado con ella -explicó Martín entusiasmado.

La familia decidió probar la máquina del tiempo y se transportaron al futuro. Fueron recibidos por robots gigantes y vehículos voladores que los llevaron a conocer un mundo completamente diferente.

Ellos vieron cómo había cambiado el planeta debido a la falta de cuidado ambiental. - ¡Esto es increíble! -dijo Tomás fascinado-. Pero también es preocupante ver cómo hemos afectado nuestro propio hogar.

Luego de aprender mucho sobre las consecuencias del cambio climático y lo importante que era cuidar el medio ambiente, decidieron regresar al presente para hacer algo al respecto.

Sin embargo, cuando llegaron se dieron cuenta de que habían cometido un error: habían viajado demasiado atrás en el tiempo, hasta la época prehistórica donde convivían dinosaurios y otros animales peligrosos. - ¡Tenemos que salir de aquí ahora mismo! -gritó Teresa asustada mientras corrían para escapar de los dinosaurios hambrientos.

Finalmente lograron regresar al presente pero cometieron otro error: habían dejado abierta la puerta del garaje donde estaba guardada la máquina del tiempo y un ladrón se la había llevado. - ¡No puede ser! -exclamó Martín preocupado-.

¿Qué vamos a hacer ahora? La familia se sintió desanimada y triste al pensar que habían perdido su oportunidad de salvar el planeta. Pero entonces, Martín tuvo una idea. - Esperen, todavía podemos hacer algo. Podemos empezar por cuidar el medio ambiente en nuestro propio hogar y luego difundir lo que hemos aprendido para que otros también lo hagan.

Y así fue como la familia comenzó a reciclar, ahorrar energía y agua, plantar árboles y enseñarle a sus amigos y vecinos cómo cuidar el planeta.

Poco a poco fueron notando los cambios positivos en su comunidad y en el mundo entero gracias a su esfuerzo diario. - Estoy orgullosa de nosotros -dijo Teresa sonriendo-. Hemos logrado mucho juntos.

Y aunque nunca recuperaron la máquina del tiempo, la familia sabía que habían salvado algo incluso más importante: el futuro del planeta Tierra.

FIN.

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