El viaje inesperado de Sofía al hospital
Sofía era una niña muy activa y curiosa a la que le encantaba jugar y explorar el mundo que la rodeaba. Un día soleado, mientras corría por el parque persiguiendo mariposas, tropezó y cayó al suelo.
Aunque en un principio parecía que solo se había rasguñado la rodilla, su mamá notó que no podía apoyar el pie en el suelo sin llorar de dolor. Preocupada, la llevó rápidamente al hospital. En el camino, Sofía se sentía asustada y confundida.
Una vez en el hospital, los médicos le dijeron que se había torcido el tobillo y que necesitaría usar una bota ortopédica por un tiempo.
A pesar de sentirse incómoda al principio, Sofía descubrió que sus amigos del colegio querían firmar su bota, lo que le hizo sentirse especial. Poco a poco, aprendió a adaptarse a su nueva situación y descubrió que la amistad y el apoyo de su familia la ayudaban a superar cualquier desafío.
Desde entonces, Sofía se convirtió en la defensora de los niños que tenían dificultades para movilizarse, demostrando que cualquier obstáculo se puede superar con valentía y determinación.
FIN.