El Viaje Interior de Sofía
Era una mañana brillante en la que Sofía, una niña curiosa y alegre, se encontraba sentada en su rincón favorito del jardín. Mientras observaba cómo las mariposas danzaban entre las flores, una pregunta surgió en su mente: "¿Quién soy yo?"-.
Intrigada por su propia incertidumbre, decidió emprender un gran viaje para descubrir qué había dentro de ella. Con su mochila llena de lápices de colores, un cuaderno y un bocadillo, se despidió de su mamá y partió hacia lo desconocido.
El primer lugar al que llegó fue el Bosque de las Emociones. Allí conoció a un viejo roble que le habló con voz profunda. "Soy el guardián de las emociones. ¿Qué sientes hoy, pequeña Sofía?"-
Sofía se quedó pensativa y respondió: "No sé, creo que tengo un poco de alegría y también miedo de no encontrarme a mí misma"-.
El roble sonrió y la guió hacia un claro hermoso donde podía ver su reflejo en un lago cristalino. "Las emociones son parte de ti. Tómate un momento para sentirlas todas!"-
Sofía cerró los ojos y respiró hondo. Sintió la alegría como un rayo de sol, el miedo como un viento suave. Con cada respiración se dio cuenta de que todas esas emociones eran válidas y que formarían parte de su viaje.
Continuando su aventura, Sofía llegó a la Montaña de los Pensamientos. Allí, encontró a un sabio búho que observaba todo desde lo alto. "¡Hola, Sofía! Estaba esperándote.¿Qué piensas sobre ti misma?",
FIN.