El viaje mágico de Elias



Elias Salvatore era un pequeño y valiente tortuguita que todos los días se dirigía a su colegio con mucho entusiasmo. En su camino, debía atravesar un bosque mágico donde vivían muchos seres fantásticos.

Un día, mientras caminaba entre los árboles, se encontró con un imponente oso que bloqueaba su paso. - ¡Hola amigo oso! ¿Podrías permitirme pasar para llegar a mi escuela? - preguntó Elias con amabilidad. El oso gruñó y dijo: - Claro que sí, pequeño tortuga.

Pero antes deberás superar un desafío: responder una adivinanza. Elias aceptó el reto y respondió correctamente la adivinanza del oso, quien felizmente le abrió el paso. Continuando su trayecto, se topó con una serpiente enroscada en un árbol.

- ¡Hola serpiente! ¿Me dejarías pasar? Tengo que llegar a clases - solicitó Elias con cortesía. La serpiente siseó y propuso: - Debes demostrar tu destreza esquivando mis movimientos durante treinta segundos.

Con agilidad y rapidez, Elias logró superar el desafío de la serpiente y continuó su camino. Más adelante, encontró un hermoso rosal rodeado de espinas afiladas. - ¡Hola rosa con espina! ¿Puedo cruzar por aquí? - preguntó Elias con cautela.

La rosa le advirtió: - Deberás reagarrar una flor sin lastimarte con las espinas para poder seguir adelante. Con paciencia y cuidado, Elias tomó la flor sin lastimarse y pudo avanzar hacia el siguiente desafío.

De repente, un imponente león se interpuso en su camino rugiendo fuertemente. - ¡Hola león! ¿Hay algo que pueda hacer para pasar sin problemas? - inquirió Elias con respeto. El león lo miró fijamente y planteó: - Deberás demostrar tu valentía enfrentándome en una carrera hasta aquell

FIN.

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