El Viaje Mágico de Esper y Ova
En un hermoso y tranquilo jardín, donde las flores de colores brillantes bailaban al ritmo del viento, vivía un pequeño espermatozoide llamado Esper. Cada día, él y sus amigos nadaban felices por un río cristalino llamado Flujo, soñando con una gran aventura. La travesía no era fácil, pues había muchos obstáculos en su camino, pero los espermatozoides eran muy valientes.
-Un día, Esper miró a sus amigos y dijo: "Hoy es el día. ¡Vamos a encontrar a Ova!"-
Los amigos de Esper aplaudieron emocionados. Sabían que Ova era un especial óvulo que habitaba en el hermoso Reino de la Madre. ¡Era su destino!
A medida que nadaban por el Flujo, se encontraron con un gran pez llamado Obstáculo, que nadaba de aquí para allá.
"¡Alto ahí!"- dijo Obstáculo, con su voz profunda. "¿A dónde creen que van?"-
"Vamos a encontrar a Ova, el óvulo dorado, para formar un pequeño bebé"- contestó Esper con valentía.
Obstáculo se rió. "¿Creen que será tan fácil?"-
Los amigos de Esper dudaron un momento, pero Esper los animó. "¡No hay que rendirse! Somos un equipo, ¡podemos lograrlo juntos!"-
Decididos, comenzaron a nadar y a esquivar las doradas burbujas que Obstáculo lanzaba a su paso. Con cada burbuja, el camino se volvía más retador. Pero con trabajo en equipo y risas, lograron superarlo.
Finalmente, llegaron a un brillo maravilloso: el Reino de la Madre, donde estaba Ova, la hermosa joya dorada, flotando pacíficamente en su hogar de suaves nubes.
"¡Ova, Ova!"- gritó Esper emocionado.
Ova sonrió al ver a Esper y a sus amigos.
"Hola, pequeños valientes. ¿Por qué han venido?"-
"Venimos a encontrar un lugar especial para crear algo mágico. ¡Queremos ayudarte a formar un bebé!"- exclamó Esper con entusiasmo.
Ova, iluminada por la esperanza, se sintió muy especial. "Yo he estado esperando este momento. Juntos crearemos algo grandioso. Estoy lista para unirme a ti, Esper"-
Con un pequeño empujón de magia, Esper se lanzó hacia Ova. Era un momento brillante, lleno de color y alegría. Cuando se encontraron, ocurrió algo increíble. **Brilló una luz dorada en todo el Reino de la Madre**.
"¡Mira! El brillo me está transformando"- dijo Esper mientras se sentía más grande y más fuerte.
"Eso es porque ahora somos uno, juntos formamos una nueva vida"- respondió Ova.
A medida que pasaban los días, el nuevo ser en crecimiento comenzó a desarrollarse. Crecía en el calor del Reino de la Madre, rodeado de amor, apoyo y de un eterno abrazo de Ova.
"¿Qué pasará ahora?"- preguntó Esper, mirando con curiosidad a su alrededor.
"Cada día que pasa, creceremos un poco más. Dentro de unos meses, llegaremos a un nuevo lugar donde la vida empezará, ¡un lugar llamado Tierra!"- respondió Ova con ternura.
Un día, mientras miraban cómo crecía su pequeño ser, Ova le dijo a Esper: "¿Sabes? La vida es un viaje. Yo te he conocido en el camino y ahora estamos creando algo hermoso juntos. Nunca dejemos que los obstáculos nos detengan."-
Y así, los días pasaron en el Reino de la Madre, llenos de amor, risas y promesas. Finalmente, llegó el gran día de la llegada a la Tierra.
"¡Vamos!"- gritó Esper. "Es nuestra hora. ¡Es hora de nacer!"-
Con un mágico destello, Ova y Esper viajaron juntos, dejando atrás el Reino de la Madre. **Un hermoso bebé llegó a este mundo, lleno de sueños y esperanzas.**
Y así, en un cálido hogar, la familia recibió con alegría al nuevo miembro, quien con cada risa y sonrisa, llenó sus corazones de amor y felicidad.
Esper y Ova, convertidos ahora en parte de una familia, aprendieron que su viaje continuaba y que siempre había algo nuevo y maravilloso por descubrir.
FIN.