El viaje mágico de Humberto, Jafet y Maya
Había una vez en una pequeña casa en las afueras de Buenos Aires, un papá llamado Humberto, un hijo de cuatro años llamado Jafet y una hija de un año llamada Maya. Humberto era un padre cariñoso y juguetón que siempre encontraba tiempo para jugar con sus hijos. Una tarde, después de hacer castillos de bloques, Humberto dijo: "¿Qué les parece si hacemos un viaje mágico a través de nuestra imaginación?"
Los ojos de Jafet y Maya se iluminaron de emoción. Humberto cerró las cortinas, encendió unas velas e hizo una pequeña fogata en el centro de la habitación. "¡Es hora de comenzar nuestro viaje!", exclamó. De repente, la habitación se convirtió en un bosque encantado. Los árboles cobraron vida, los animalitos hablaban y se escuchaba música dulce en el aire.
"¡Papá, miren el conejito que nos guiará por el bosque!", gritó Jafet señalando hacia un conejito blanco. El conejito los llevó a través de una senda de flores de colores brillantes, hasta llegar a un castillo en lo alto de una colina. Allí vivía la reina de las hadas.
"Bienvenidos a mi reino mágico", dijo la reina con una voz suave. Les contó historias maravillosas y les regaló una poción mágica que les concedería un deseo. Los tres pidieron que su amor familiar creciera aún más fuerte y que nunca se acabara.
De repente, sintieron que estaban flotando en el aire. Atravesaron nubes rosadas y finalmente aterrizaron suavemente en su habitación, justo a tiempo para la cena. Aunque habían regresado a su casa, el amor y la unión que habían experimentado en su viaje mágico permanecieron con ellos.
Desde ese día, Humberto, Jafet y Maya siguieron disfrutando de aventuras mágicas en su imaginación, siempre unidos por el amor de su familia.
FIN.