El viaje mágico de Julietta y Dalia

En un soleado día de verano, Julietta y su amiga Dalia recibieron una sorpresa inesperada: ¡habían ganado un viaje todo pagado a Oaxaca! Las dos amigas estaban emocionadas por la aventura que les esperaba en esta tierra llena de cultura y tradiciones.

"¡No lo puedo creer, Dalia! ¡Vamos a Oaxaca!" exclamó Julietta con alegría. "¡Sí, es increíble! Será una experiencia inolvidable", respondió Dalia emocionada. Así que juntas empacaron sus maletas y partieron rumbo a Oaxaca.

El viaje en avión fue emocionante para las niñas, quienes miraban por la ventanilla maravilladas por las nubes y el paisaje desde arriba.

Al llegar a Oaxaca, fueron recibidas por un guía turístico muy amable que las llevaría a recorrer los lugares más emblemáticos del lugar. Durante su visita, pudieron disfrutar de la deliciosa comida oaxaqueña, conocer artesanos locales y maravillarse con la arquitectura colonial de la ciudad. Pero lo mejor estaba por venir.

Una mañana, el guía las llevó a un bosque mágico donde descubrieron criaturas fantásticas como hadas y duendes que habitaban entre los árboles. Las niñas no podían creer lo que veían y se sumergieron en este mundo de fantasía con gran entusiasmo.

"¡Es increíble, Dalia! Nunca olvidaré este momento", dijo Julietta emocionada. "Sí, es como estar en un cuento de hadas. ¡Qué aventura tan maravillosa!", respondió Dalia asombrada.

Después de vivir estas experiencias únicas e inolvidables en Oaxaca, llegó el momento de regresar a casa.

Mientras volvían en avión, Julietta reflexionaba sobre todo lo vivido durante el viaje y decidió compartir una moraleja con su amiga:"Dalia, creo que esta aventura nos enseñó que la magia está en todas partes si sabemos dónde buscar. A veces solo necesitamos abrir nuestros corazones y mentes para descubrir cosas maravillosas". Dalia asintió con una sonrisa y dijo: "Tienes razón, Julietta.

Nunca debemos perder la capacidad de asombrarnos ante el mundo que nos rodea". Y así, con sus corazones llenos de gratitud y sus mentes abiertas a nuevas experiencias, Julietta y Dalia terminaron su viaje a Oaxaca sabiendo que siempre llevarían consigo la magia de aquellos momentos vividos juntas.