El viaje mágico de la maestra Deyá


En el Colegio María Elena Morales de Lara, la maestra Deyá era conocida por su amor hacia sus alumnos y su pasión por la enseñanza.

Un día, decidió llevar a sus estudiantes a un viaje mágico para aprender una gran lección. - ¡Buenos días, mis queridos alumnos! Hoy vamos a emprender un viaje especial - anunció la maestra Deyá con entusiasmo. Los niños, ansiosos por la aventura, se prepararon rápidamente.

- ¿A dónde iremos, maestra Deyá? - preguntó Zul con curiosidad. - Iremos a la Montaña de los Valores, un lugar mágico donde aprenderemos lecciones importantes - respondió la maestra. El grupo se adentró en el autobús, con la maestra conduciendo hacia un destino desconocido.

Al llegar a la montaña, fueron recibidos por un ser mágico llamado Sabio Sabiduría. - Bienvenidos, niños. En este lugar, cada uno de ustedes enfrentará un desafío relacionado con un valor importante - explicó Sabio Sabiduría.

Los niños miraron asombrados a su alrededor, listos para el desafío. Samuel se enfrentó a la prueba de la valentía, al caminar por un puente colgante. Zul aprendió sobre la amistad al colaborar con sus compañeros. Hanna descubrió la importancia del respeto al cuidar un jardín mágico.

Angelito demostró generosidad al compartir su merienda con los demás. Uziel superó la prueba de la honestidad al decir la verdad en una situación difícil. Santi aprendió sobre el trabajo en equipo al superar obstáculos junto a sus amigos.

Álvaro comprendió la importancia de la creatividad al resolver acertijos ingeniosos. Al finalizar las pruebas, la maestra Deyá y sus alumnos fueron recompensados con una vista impresionante desde lo alto de la Montaña de los Valores.

- ¡Fue increíble, maestra Deyá! Aprendimos tanto - exclamó Santi emocionado. - Sí, cada uno demostró sus mejores cualidades. Ahora saben que dentro de ustedes hay un gran corazón lleno de valores - dijo la maestra con orgullo.

Regresaron al colegio con una nueva comprensión de la importancia de los valores en sus vidas. A partir de ese día, aplicaron lo aprendido en sus acciones diarias, convirtiéndose en ejemplos de bondad y solidaridad para el resto de la escuela.

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