El Viaje Mágico de Ninoska
Era una vez, en un pequeño pueblo de Argentina, una niña llamada Ninoska. Con su cabello rizado y una sonrisa radiante, siempre llevaba consigo una mochila llena de sueños y curiosidad. Ninoska amaba explorar la naturaleza, ¡pero aún más, amaba las flores!
Un día, mientras caminaba por el bosque, Ninoska se encontró con un jardín escondido, lleno de flores de todos los colores. "¡Qué hermoso!"- exclamó.
Entre las flores, había una peculiar planta que brillaba con una luz dorada. "¿Qué será esto?"- pensó Ninoska, acercándose con cuidado. De repente, la planta comenzó a hablar.
"¡Hola, pequeña! Soy Floris, la guardiana de este jardín mágico. He estado esperando a alguien especial para ayudarme."-
"¿Ayudarte? ¿Cómo puedo hacerlo?"- preguntó Ninoska, intrigada.
"Este jardín necesita que se mantenga vivo, pero hay un problema. Una sombra oscura ha comenzado a extenderse por el bosque, y si no hacemos algo pronto, todas las flores se marchitarán."- dijo Floris con una voz trémula.
Ninoska, valiente y decidida, decidió ayudar. "¡Hagámoslo! ¿Qué debemos hacer?"-
"Debemos encontrar cuatro elementos especiales escondidos en el bosque: la Roca Brillante, el Agua del Río Cristalino, el Viento Susurrante y la Tierra Fertil. Solo así podremos eliminar la sombra."- explicó Floris.
Sin dudar, Ninoska comenzó su aventura. Su primer destino fue la montaña, donde se decía que se encontraba la Roca Brillante. Al llegar, encontró a un viejo sabio, conocido como el Guardián de las Montañas.
"Hola, pequeña exploradora. ¿Qué te trae por aquí?"- preguntó él, con ojos chispeantes.
"Estoy buscando la Roca Brillante. Necesito ayudar a un jardín mágico que corre peligro."-
"La Roca está en el lugar más alto de la montaña, pero solo quien demuestre valor y respeto por la naturaleza puede alcanzarla. ¿Estás dispuesta a intentarlo?"- dijo el guardián.
Ninoska asintió y comenzó a escalar. Encuentra obstáculos, como ramas caídas y rocas resbaladizas, pero no se rindió. Con paciencia y esfuerzo, llegó a la cima y allí encontró la Roca Brillante, ¡que brillaba intensamente!
Regresó al jardín y le mostró la roca a Floris, que la recibió con alegría. "¡Increíble! Solo necesitamos tres elementos más. ¿Dónde irás ahora?"-
"Voy al río a buscar el Agua del Río Cristalino. ¡Suena refrescante!"- dijo Ninoska con entusiasmo.
Al llegar al río, conoció a una simpática rana llamada Rana Rita, quien era muy sabia.
"Hola, Ninoska. ¿Qué haces aquí?"- preguntó Rita.
"Busco el Agua del Río. Necesito salvar al jardín mágico de la sombra oscura."-
"Para conseguir el agua, primero tendrás que resolver un acertijo. Escucha: "Soy ligero como una pluma, pero el viento me puede llevar lejos. ¿Qué soy?"- le preguntó la rana.
Ninoska pensó por un momento. "¡El aire!"- gritó emocionada.
"¡Correcto! Ahora puedes llenar tu frasco con el Agua Cristalina."- dijo Rita, y así lo hizo. Con dos elementos en su mochila, se sentía más cerca de completar su misión.
Su siguiente parada fue el bosque, donde escuchó sobre el Viento Susurrante. Se encontró con un grupo de mariposas que estaban organizando una danza.
"Hola, mariposas. Busco al Viento Susurrante. ¿Alguien lo ha visto?"- preguntó Ninoska.
"El Viento no se puede apresar, aparece cuando se le invita a jugar. Has de bailar con nosotros, así lo atraeremos."- dijeron las mariposas.
Ninoska aceptó y empezó a bailar. Mientras danzaba, el viento comenzó a soplar, creando melodías suaves y susurrantes. De repente, el Viento Susurrante apareció, danzando alrededor de Ninoska, envolviéndola en una brisa refrescante.
"¡Hermoso baile! Aquí está el regalo del viento para ti"- dijo con una voz suave.
Al recibir el Viento en su frasco, Ninoska solamente necesitaba encontrar la Tierra Fertil. Floris le recomendó visitar un viejo árbol gigante, conocido por su sabiduría.
Al llegar, preguntó al árbol.
"Perdóname, árbol sabio, busco la Tierra Fertil para salvar el jardín mágico. ¿Podrías ayudarme?"- rogó Ninoska.
"Claro, pequeña. Para obtenerla, debes prometer que cuidarás y respetarás la naturaleza siempre."- dijo el árbol.
Ninoska, sincera, respondió: "Lo prometo, siempre cuidaré la naturaleza y las flores."-
El árbol sonrió y le ofreció un puñado de Tierra Fertil.
"Uso de lo que has aprendido para cuidar de tu mundo y el jardín mágico. La protección que ofrece la Tierra depende de tus acciones."-
Ninoska se despidió agradecida y corrió de vuelta al jardín. Con los cuatro elementos en su mochila, se sintió poderosa.
"Lo logré! Ahora, ¿cómo eliminamos la sombra?"- preguntó con emoción.
Floris la guió a un altar en el centro del jardín. Juntas, colocaron los elementos: la Roca Brillante, el Agua Cristalina, el Viento Susurrante y la Tierra Fertil.
"¡Ahora, con energía de estos elementos, se irá la sombra!"- proclamó Floris. Juntas, unieron sus manos y llamaron a la luz. La sombra comenzó a desvanecerse lentamente.
Finalmente, el jardín floreció de nuevo con colores vibrantes. Las flores danzaban y sonreían, agradeciendo a Ninoska por su valentía y determinación.
Floris sonrió y le dijo: "Gracias, Ninoska. Siempre que alguien cuida la naturaleza, la magia regresará a su hogar. Tu amor por las flores ha salvado este jardín."-
Desde ese día, Ninoska se convirtió en la guardiana del jardín, asegurándose de mantenerlo siempre vivo. Aprendió que cada elemento de la naturaleza es importante y que puede hacer una gran diferencia en el mundo.
Y así, la niña valiente siguió explorando, aprendiendo y cuidando la naturaleza, sabiendo que pequeños actos pueden generar grandes cambios.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.