El viaje mágico de Sofía y Mateo



Sofía y Mateo eran dos grandes amigos que asistían al Centro de Desarrollo Preescolar de la UPR. Un día, la maestra les contó sobre el Mundo Mágico, un lugar donde los niños podían aprender y divertirse de una manera especial.

Esa tarde, mientras jugaban en el patio del centro, encontraron una puerta secreta detrás de unos arbustos. Emocionados, decidieron entrar y descubrieron un mundo lleno de colores y criaturas extraordinarias.

-'¡Mira, Sofía, hay hadas y duendes!', exclamó Mateo emocionado.

-'Sí, y hay flores que brillan como estrellas', respondió Sofía maravillada.

Con cada paso que daban, aprendían sobre la importancia del cuidado de la naturaleza, la amistad y la creatividad. Pero de repente, se encontraron con un problema: un puente roto les impedía avanzar.

-'¿Qué haremos ahora, Mateo?', preguntó preocupada Sofía.

-'No te preocupes, recordé lo que la maestra nos enseñó sobre trabajar en equipo. ¡Vamos a unir fuerzas para arreglar el puente!', dijo Mateo con determinación.

Trabajando juntos, lograron reparar el puente y continuaron su viaje. En su travesía, ayudaron a un hada a encontrar su varita mágica perdida y enseñaron a un duende travieso la importancia de ser considerado con los demás.

Al final del día, volvieron al mundo real con el corazón lleno de alegría y sabiduría. Compartieron su emocionante aventura con sus compañeros y descubrieron que el Mundo Mágico no estaba solo en un lugar especial, sino dentro de cada uno de ellos.

Desde ese día, Sofía y Mateo se convirtieron en los guardianes del Mundo Mágico, prometiendo cuidar la naturaleza y llevar consigo los valiosos aprendizajes que descubrieron en su viaje.

FIN.

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