El viaje puntual


Érase una vez en el colegio Hans Christian Andersen, un estudiante llamado Perú Tardanza. Perú siempre llegaba tarde a clases y eso le traía problemas con sus profesores y compañeros.

Un día, Ely, una brillante estudiante de ciencias, decidió ayudar a Perú con su problema. Ely era conocida por ser muy ingeniosa y creativa, así que se propuso hacer algo especial para resolver la tardanza de Perú.

Después de mucho pensar y experimentar en su laboratorio secreto, Ely creó ¡una máquina del tiempo! Esta máquina podía transportar a las personas al pasado o al futuro en cuestión de segundos. Cuando Ely le mostró la increíble invención a Perú, este no podía creer lo que veía.

Estaba emocionado por probarla y corregir todas sus llegadas tardías al colegio. Pero antes de usarla, Ely le advirtió: "Recuerda, esta máquina es solo para fines educativos y no debes abusar de ella".

Perú prometió seguir las indicaciones de Ely y juntos decidieron hacer un plan para mejorar su puntualidad en el colegio. La primera prueba sería al día siguiente por la mañana.

Al llegar la hora de ir al colegio, Perú ingresó a la máquina del tiempo con nerviosismo. Activó los controles siguiendo las instrucciones de Ely y ¡zas! De repente se encontraba frente al colegio Hans Christian Andersen una hora antes de lo habitual.

Perú estaba asombrado por lo rápido y efectiva que era la máquina del tiempo. Aprovechó ese tiempo extra para repasar sus apuntes y prepararse mejor para el día escolar. Cuando finalmente sonó la campana anunciando el inicio de clases, Perú ya estaba dentro del salón esperando junto a sus compañeros.

La sorpresa fue total cuando los profesores vieron a Perú llegar puntualmente a clase. Todos aplaudieron su esfuerzo y dedicación para cambiar su hábito de tardanza.

Los días pasaron y gracias a la ayuda de Ely y su maravillosa máquina del tiempo, Perú se convirtió en uno de los estudiantes más puntuales del colegio Hans Christian Andersen. Su rendimiento académico mejoró notablemente y ganó el reconocimiento tanto de sus compañeros como de sus profesores.

Perú aprendió que con determinación, apoyo de amigos como Ely e innovación se pueden superar cualquier obstáculo.

Y aunque la máquina del tiempo era increíblemente útil, comprendió que lo más importante era aprender a valorar el tiempo presente y ser responsable con sus compromisos diarios. Así concluyeron las aventuras escolares de Perú Tardanza en el colegio Hans Christian Andersen junto a su amiga Ely; demostrando que juntos podían lograr grandes cosas ¡incluso viajar en el tiempo hacia un futuro más brillante!

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