El viaje solidario de Margarita y sus amigos

Había una vez en el colegio Luján, un grupo de estudiantes de 5to grado que estaban muy emocionados porque iban a realizar un viaje a la hermosa provincia de Entre Ríos.

Uno de ellos, Margarita, estaba especialmente emocionada y no podía esperar para que llegara el día del viaje. Faltaban solo diez días para el tan esperado viaje y Margarita no podía contener su emoción.

Todos los días hablaba con sus amigos sobre lo divertido que sería explorar nuevos lugares, aprender sobre la historia y disfrutar de la naturaleza en Entre Ríos. Sin embargo, a medida que pasaban los días, Margarita empezó a notar algo extraño. Algunos de sus compañeros parecían menos entusiasmados por el viaje.

No entendía cómo alguien podía estar triste o aburrido ante una oportunidad tan maravillosa como esa. Un día, durante el recreo, Margarita decidió acercarse a uno de sus compañeros llamado Juanito y preguntarle qué le pasaba.

"Juanito, ¿por qué te veo tan preocupado? El viaje está cada vez más cerca y deberíamos estar emocionados", le dijo Margarita con curiosidad.

Juanito suspiró profundamente antes de responder:"Margarita, sé que todos están muy contentos por este viaje pero yo estoy preocupado porque no tengo suficiente dinero para poder ir". Margarita quedó sorprendida al escuchar eso. Nunca había pensado en esa posibilidad y se sintió mal por haber dado por sentado que todos podrían ir sin problemas económicos.

Esa misma tarde, Margarita decidió hablar con su maestra, la señorita Ana. Le contó lo que había descubierto y le preguntó si había algo que pudieran hacer para ayudar a Juanito y a otros compañeros en la misma situación.

La señorita Ana escuchó atentamente y sonrió orgullosa de la iniciativa de Margarita. "Margarita, me alegra mucho que hayas notado esto. Siempre es importante recordar que no todos tenemos las mismas oportunidades económicas.

Podemos organizar una pequeña colecta entre todos los estudiantes para ayudar a aquellos que no puedan costear el viaje". Margarita se emocionó al escuchar eso y rápidamente fue a contarle la idea a sus amigos. Todos estuvieron de acuerdo en colaborar y comenzaron a planificar cómo podrían recaudar dinero.

Durante los días siguientes, Margarita junto con sus amigos organizaron una serie de actividades para juntar fondos. Hicieron un puesto de venta de juguetes usados, realizaron una kermesse en el colegio e incluso pidieron donaciones a familiares y vecinos.

Gracias al esfuerzo conjunto, lograron reunir el dinero suficiente para cubrir los gastos del viaje de Juanito y otros compañeros que también necesitaban ayuda. El día del viaje finalmente llegó y todos estaban muy emocionados por partir hacia Entre Ríos.

Margarita estaba feliz sabiendo que gracias al trabajo en equipo habían logrado hacer realidad el sueño de sus amigos. Durante el viaje, Margarita aprendió una valiosa lección: nunca debemos dar por sentado las cosas buenas que tenemos.

Es importante ser conscientes de las diferentes realidades que existen y siempre estar dispuestos a ayudar a aquellos que lo necesitan.

Desde ese día, Margarita se convirtió en una defensora de la igualdad y siempre buscó maneras de colaborar con los demás. Aprendió que el verdadero valor está en el apoyo mutuo y la solidaridad, y no solo en las cosas materiales.

Y así, Margarita y sus amigos disfrutaron de un viaje maravilloso a Entre Ríos, lleno de aventuras, aprendizajes y sobre todo, amor entre compañeros.