El viaje valiente de Tito el camionero

Tito era un camionero valiente que recorría las rutas de Argentina llevando mercancías de un lugar a otro. Una noche, mientras conducía a través de las oscuras carreteras, se acercaba a un pueblito fantasma. El rumor entre los camioneros era que en ese lugar se escuchaban extraños susurros y se veían sombras misteriosas, lo que llenaba de miedo a cualquiera. Tito, a pesar de ser un hombre fuerte, sentía un escalofrío recorrer su espalda. Sin embargo, algo en su interior le decía que debía seguir adelante.

De repente, la niebla espesa envolvió su camión, haciéndole casi imposible ver el camino. Tito se sentía triste y asustado, pero recordó las palabras de su abuelo: "La valentía no es la ausencia de miedo, sino la fuerza para enfrentarlo". Animándose a sí mismo, encendió las luces altas y avanzó con determinación. De repente, una figura apareció en medio de la neblina. Era un niño, con la mirada asustada y perdida.

Tito detuvo el camión y se acercó al niño, quien le contó que estaba perdido en el pueblito fantasma y tenía miedo. Sin dudarlo, Tito lo invitó a subir al camión, ofreciéndole protección y compañía. Mientras conducía, escuchó la historia del niño y cómo llegó allí. Comprendió que el niño simplemente se había extraviado y necesitaba ayuda para regresar a su hogar.

Al llegar al destino, el niño estaba eternamente agradecido. Con una sonrisa, le agradeció a Tito y le dijo: "Eres muy valiente, a pesar de que todos le temen al pueblito fantasma, tú viniste a mi rescate". Tito se sintió reconfortado al haber superado su miedo y poder ayudar a alguien en apuros. Desde ese día, Tito ya no veía el pueblito fantasma con temor, sino como un lugar que necesitaba valientes como él para ayudar a quienes lo necesitaban.