El viaje verde de Carlos y Carola
Había una vez una niña llamada María, a quien le encantaba crear cosas con sus manos. Un día, decidió hacer dos personajes de lana: uno era un conejo llamado Carlos y el otro era una oveja llamada Carola.
Carlos y Carola eran muy especiales porque María les había dado vida con su imaginación. Los dos personajes eran muy curiosos y siempre estaban dispuestos a aprender cosas nuevas.
Un día, mientras exploraban el jardín de María, Carlos y Carola encontraron un libro mágico escondido entre las flores. Al abrirlo, se dieron cuenta de que podían viajar a diferentes lugares del mundo simplemente tocando una página del libro.
Emocionados por esta nueva aventura, los dos amigos decidieron comenzar su primer viaje al Polo Norte.
Al tocar la página del libro que mostraba un paisaje nevado, ¡de repente se encontraron rodeados de hielo y nieve! Carlos y Carola conocieron a un amigable pingüino llamado Pedro, quien les enseñó cómo sobrevivir en ese frío ambiente. Aprendieron sobre la importancia de proteger el medio ambiente para mantener a salvo a los animales polares.
Después de despedirse de Pedro, Carlos y Carola volvieron al jardín de María para descansar antes de su próxima aventura. Esta vez decidieron ir al desierto. Al llegar al desierto en el libro mágico, se encontraron con una serpiente sabia llamada Sofía.
Ella les habló sobre la importancia del agua en esa árida región e hizo hincapié en la necesidad de cuidar este recurso tan valioso. Carlos y Carola aprendieron la importancia de no desperdiciar agua y cómo ayudar a las personas que viven en áreas desérticas.
Después de pasar un tiempo con Sofía, regresaron al jardín para planificar su siguiente viaje. Esta vez, Carlos y Carola decidieron explorar el fondo del océano.
Al tocar la página del libro mágico que mostraba una hermosa playa submarina, se encontraron rodeados de peces multicolores y corales brillantes. Allí conocieron a una tortuga marina llamada Tito, quien les enseñó sobre la importancia de mantener limpios los océanos y proteger a los animales marinos.
Carlos y Carola se comprometieron a reagarrar basura siempre que vieran alguna en la playa. Después de despedirse de Tito, nuestros amigos volvieron al jardín para descansar. María estaba emocionada por todas las historias que Carlos y Carola le contaban sobre sus aventuras.
A medida que pasaba el tiempo, Carlos y Carola continuaron explorando diferentes lugares del mundo con ayuda del libro mágico. Cada viaje les enseñaba algo nuevo sobre el mundo en el que vivían.
María estaba muy orgullosa de sus creaciones y sabía que había hecho algo especial al darles vida. Los personajes de lana habían demostrado ser valientes, curiosos e inteligentes durante sus aventuras.
A través de ellos, María aprendió sobre la importancia del cuidado del medio ambiente y cómo cada uno puede hacer una diferencia. Y así fue como Carlos y Carola se convirtieron en los mejores amigos de María mientras seguían viajando juntos por todo el mundo, inspirando a otros a cuidar y proteger nuestro planeta.
FIN.