El vivero mágico en mi jardín
En un hermoso jardín, vivía Lucas, un niño curioso y amante de la naturaleza. Un día, mientras exploraba entre las flores, descubrió un pequeño vivero escondido detrás de unos arbustos.
Dentro, encontró a Mateo, un duendecillo verde que cuidaba de las plantas con mucho amor. - ¿Quién eres tú? - preguntó Lucas sorprendido. - Soy Mateo, el guardián de este vivero mágico. Aquí las plantas tienen poderes especiales - respondió el duendecillo.
Emocionado, Lucas decidió ayudar a Mateo a cuidar el vivero. Juntos, descubrieron que cada planta tenía una habilidad única: las margaritas curaban el mal de ojo, los girasoles alegraban el corazón y los lirios traían paz y armonía. Un día, una gran tormenta amenazó con destruir el vivero.
Lucas y Mateo trabajaron arduamente para proteger a las plantas, y gracias a su valentía y esfuerzo, lograron salvarlas.
A cambio, las plantas les otorgaron semillas mágicas para que las sembraran en todo el mundo, llevando así sus poderes a cada rincón. Lucas comprendió que el cuidado de la naturaleza traía consigo grandes recompensas. Desde entonces, se convirtió en un defensor del medio ambiente, sembrando las semillas mágicas y compartiendo la importancia de cuidar nuestro planeta.
FIN.