El Voto del Valor



Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, un simpático argentino llamado Juanito. Juanito era un joven muy curioso y siempre estaba interesado en lo que sucedía a su alrededor.

Un día, se acercaron las elecciones para elegir al nuevo alcalde del pueblo y Juanito no sabía qué hacer, ya que los candidatos eran un desastre.

Un día soleado, mientras caminaba por el parque pensando en su dilema, Juanito vio a lo lejos a Don Arturo, un anciano sabio y respetado por todos en el pueblo. Decidió acercarse a él para pedirle consejo sobre qué hacer en estas elecciones tan complicadas. - Buenos días, Don Arturo -saludó Juanito con amabilidad-.

Me encuentro con un gran dilema, no sé por quién votar en las próximas elecciones. Los candidatos son un verdadero desastre y no quiero tomar una decisión equivocada.

Don Arturo miró fijamente a Juanito con sus ojos llenos de sabiduría y respondió: "Juanito, la política puede ser complicada pero es importante recordar que cada voto cuenta. A veces parece difícil encontrar la opción perfecta entre los candidatos, pero debemos buscar aquel que tenga valores como la honestidad y el compromiso con nuestra comunidad".

Juanito asintió con la cabeza comprendiendo las palabras de Don Arturo. Sin embargo, aún tenía muchas dudas sobre cómo elegir al mejor candidato entre todos los desastrosos.

Decidido a encontrar respuestas adicionales antes de tomar su decisión final, Juanito decidió visitar uno por uno a los candidatos para conocerlos mejor. Primero, fue a la casa de Don Ernesto, un hombre que prometía solucionar todos los problemas del pueblo en tan solo una semana.

Al llegar a su casa, Juanito se dio cuenta de que era todo un caos. Había basura por todas partes y las paredes estaban descuidadas. Don Ernesto parecía estar más preocupado por sus propios intereses que por el bienestar del pueblo.

Desanimado pero no derrotado, Juanito decidió visitar al siguiente candidato: Doña Laura. Ella se presentaba como una líder fuerte y decidida, pero al conocerla en persona, Juanito notó que solo le importaba ganar las elecciones sin importar cómo lo lograra.

No tenía respeto por la verdad ni por los valores éticos. Tras estas experiencias desalentadoras, Juanito estaba cada vez más confundido sobre qué hacer en las elecciones.

Pero entonces recordó las palabras de Don Arturo: "Busca aquel que tenga valores como la honestidad y el compromiso con nuestra comunidad". Decidido a seguir su consejo, Juanito investigó aún más y descubrió a un candidato llamado Martín.

A diferencia de los otros dos candidatos, Martín había estado trabajando incansablemente para ayudar a mejorar el pueblo mucho antes de ser postulado como alcalde. Con esperanza renovada, Juanito decidió asistir a uno de los mítines políticos de Martín para escucharlo hablar sobre sus propuestas e ideas para el futuro del pueblo.

Lo que escuchó lo dejó impresionado: Martín hablaba con pasión sobre la importancia de trabajar juntos como comunidad para superar cualquier obstáculo. Llegado el día de las elecciones, Juanito se dirigió al centro de votación con su decisión tomada.

Votó por Martín, confiando en su compromiso y honestidad para llevar al pueblo hacia un futuro mejor. Al final, Martín resultó ganador de las elecciones y se convirtió en el nuevo alcalde del pueblo.

Cumplió sus promesas y trabajó arduamente para mejorar la calidad de vida de todos los habitantes. Juanito aprendió una valiosa lección: aunque los candidatos puedan parecer un desastre, siempre hay uno que destaca por su integridad y compromiso.

A partir de ese momento, Juanito entendió la importancia de investigar a los candidatos antes de tomar una decisión tan importante como votar en unas elecciones.

Y así, Juanito vivió feliz sabiendo que había tomado una buena decisión y que cada voto cuenta para construir un futuro mejor.

FIN.

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