El vuelo de Benito



Había una vez en un bosque encantado, un conejito llamado Benito que soñaba con volar como los pájaros. Todos los días observaba con envidia a las aves planeando por el cielo y deseaba poder hacer lo mismo.

Un día, decidió hablar con su amiga la ardilla Sofía para pedirle consejo. "Sofía, ¿crees que algún día podré volar como los pájaros?", preguntó Benito con tristeza en sus ojos.

"¡Claro que sí, querido Benito! Solo necesitas creer en ti mismo y practicar mucho", respondió Sofía con una sonrisa alentadora. Animado por las palabras de su amiga, Benito comenzó a entrenar todos los días. Corría por el bosque, saltaba entre ramas y practicaba aleteando sus pequeñas patitas.

A pesar de caerse varias veces y sentirse frustrado, nunca se rindió. Un día, mientras seguía practicando cerca de un lago, escuchó un graznido desesperado.

Era Margarita, una pata que había perdido a sus patitos en medio del agua y no podía llegar hasta ellos. Sin dudarlo ni un segundo, Benito se lanzó al lago y nadó con todas sus fuerzas para rescatar a los patitos y llevarlos sanos y salvos hasta la orilla.

Margarita estaba tan agradecida que le dijo a Benito: "Pequeño conejito valiente, has demostrado tener un corazón gigante lleno de bondad. Estoy segura de que tienes el valor necesario para cumplir tu sueño".

Las noticias sobre la valentía de Benito se extendieron rápidamente por todo el bosque. Los pájaros decidieron ayudarlo enseñándole técnicas especiales para volar alto y fuerte. Con paciencia y dedicación, Benito fue mejorando cada vez más hasta lograr planear por el cielo como siempre había deseado.

Un día soleado, todos los animales del bosque se reunieron para presenciar el gran momento.

Con sus alas desplegadas y su mirada llena de determinación, Benito saltó desde lo alto de un árbol y empezó a volar majestuosamente ante la sorpresa y admiración de todos. Desde ese día, Benito se convirtió en el héroe del bosque. Demostró que con esfuerzo, valentía y ayuda de los amigos uno puede alcanzar cualquier sueño por imposible que parezca.

Y colorín colorado este cuento ha terminado pero recuerda ¡nunca renuncies a tus sueños!

FIN.

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