El vuelo de Bruna

Había una vez una niña llamada Bruna, que amaba patinar, dibujar e imaginar. Desde pequeña, tenía un gran talento para el arte y la creatividad.

Le encantaba salir a patinar por las calles de su barrio mientras dibujaba todo lo que veía en su libreta. Un día, mientras patinaba por el parque, Bruna se encontró con un grupo de niños que también estaban patinando.

Ellos la invitaron a unirse a ellos y juntos empezaron a hacer trucos y piruetas en sus patinetas. "¡Wow! Eres increíble patinando", le dijo uno de los niños admirado. —"Gracias" , respondió Bruna sonriendo.

Después de pasar un rato divertido con sus nuevos amigos, Bruna regresó a casa con muchas ideas nuevas para dibujar en su libreta. Esa noche, antes de dormir, Bruna comenzó a imaginar cómo sería si pudiera volar como los pájaros. Cerró los ojos y se concentró tanto que logró visualizar claramente cada detalle del paisaje desde el aire.

Al día siguiente, cuando salió a patinar nuevamente al parque, notó algo extraño: ¡su tabla estaba flotando en el aire! Sorprendida pero emocionada al mismo tiempo, subió sobre ella y comenzó a moverse hacia adelante sin tocar el suelo.

Era como si estuviera volando tal como había imaginado la noche anterior. "¡Miren chicos! ¡Estoy volando!", gritó Bruna felizmente mientras hacía acrobacias en el aire.

El grupo de niños quedaron asombrados al verla, pero también un poco celosos porque no podían hacer lo mismo. Bruna se dio cuenta de esto y decidió ayudarlos. "No se preocupen chicos, yo puedo enseñarles cómo hacerlo", les dijo sonriendo.

Y así fue como Bruna les enseñó a sus amigos cómo concentrarse en sus sueños e imaginaciones para poder lograr cosas increíbles. Juntos, volaron sobre el parque y dejaron que su creatividad los guiara hacia nuevas aventuras.

Desde ese día en adelante, Bruna se convirtió en la líder del grupo de patinadores imaginativos y juntos descubrieron todo un mundo lleno de posibilidades gracias a su amor por el arte, la creatividad y la amistad.