El vuelo de Erick
Había una vez un niño llamado Erick, a quien le encantaba volar. Desde que era muy pequeño soñaba con ser piloto y recorrer el mundo entero.
Todos los días construía aviones de papel y pasaba horas imaginando increíbles aventuras en el aire. Un día, Erick recibió la noticia de que iba a subirse por primera vez a un avión de verdad. Estaba emocionado y nervioso al mismo tiempo.
Se preparó con su mejor ropa y corrió al aeropuerto junto a su familia. Cuando llegaron, todos abordaron el avión y despegaron rumbo a un destino maravilloso. Erick miraba por la ventanilla con los ojos brillantes de emoción, disfrutando cada minuto del vuelo.
Pero de repente, algo inesperado ocurrió. El avión comenzó a experimentar problemas mecánicos y tuvo que realizar un aterrizaje forzoso en medio de la montaña. Afortunadamente, todos lograron sobrevivir, pero el susto fue grande. Erick estaba asustado pero también valiente.
Ayudó a los demás pasajeros a mantener la calma y buscar una forma de pedir ayuda. Pasaron varias horas antes de que finalmente fueran rescatados. Después del accidente, Erick no volvió a ser el mismo.
Tenía miedo de subirse nuevamente a un avión y sus sueños de ser piloto se vieron opacados por la tragedia vivida. Pero poco a poco, con la ayuda de su familia y amigos, Erick fue superando sus miedos.
Comenzó a estudiar todo lo relacionado con la aviación y se dio cuenta de que su pasión seguía intacta. Un día, recibió una invitación para visitar una escuela de pilotos y aprender más sobre cómo funcionan los aviones.
Erick aceptó el desafío y se sumergió en un mundo lleno de conocimientos fascinantes. Con esfuerzo y dedicación, Erick logró superar su trauma y convertirlo en una lección de vida.
Se convirtió en piloto e inspiró a muchos niños como él a seguir sus sueños sin importar los obstáculos que puedan encontrar en el camino. Y así, Erick demostró que incluso después de enfrentar momentos difíciles, siempre hay una luz al final del túnel si uno persevera con valentía y determinación.
FIN.