El vuelo de Jacqueline


Jacqueline era una niña muy curiosa y estudiosa que vivía en un pequeño pueblo en las afueras de Buenos Aires. Desde pequeña le encantaba aprender cosas nuevas y siempre estaba buscando información sobre diferentes temas.

Un día, mientras jugaba en el jardín de su casa, vio a un grupo de pájaros volando en formación. Quedó fascinada por la armonía con la que se movían y decidió investigar más sobre el comportamiento de las aves.

"¡Mamá, papá! ¿Sabían que los pájaros vuelan en formación para ahorrar energía? Es increíble cómo trabajan juntos para lograr sus objetivos", les dijo entusiasmada.

Sus padres sonrieron orgullosos al ver el interés que Jacqueline tenía por aprender y decidieron apoyarla en su pasión por la ciencia. Buscaron información sobre programas educativos que pudieran potenciar sus habilidades y descubrieron la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

"Jacqueline, ¿te gustaría estudiar en la UNED? Podrías aprender mucho más sobre las aves y otros temas que te interesan", le propuso su mamá. La niña no pudo contener su emoción y asintió emocionada.

Así fue como Jacqueline comenzó su aventura en la UNED, donde conoció a otros niños y niñas con intereses similares a los suyos. En la universidad a distancia, Jacqueline se destacaba por su dedicación y esfuerzo. Siempre estaba dispuesta a ayudar a sus compañeros y nunca dejaba una pregunta sin responder.

Su familia seguía apoyándola incondicionalmente, celebrando cada logro que conseguía. Sin embargo, un día algo inesperado ocurrió: uno de los profesores anunció un concurso científico para elegir al mejor proyecto de investigación del año.

Jacqueline sabía que esta era su oportunidad para demostrar todo lo que había aprendido y decidió presentarse con un estudio sobre el comportamiento social de las aves migratorias. Los días pasaron rápidamente y llegó el momento del veredicto final. Todos estaban ansiosos por conocer al ganador del concurso.

El profesor abrió el sobre con el nombre del proyecto ganador y anunció:"El premio al mejor proyecto de investigación del año es para... ¡Jacqueline!"La emoción invadió a todos los presentes, especialmente a Jacqueline, quien no podía creer haber ganado.

Sus padres corrieron hacia ella para felicitarla entre abrazos y lágrimas de alegría. Desde ese día, Jacqueline se convirtió en un ejemplo de perseverancia y dedicación para todos en la UNED.

Su historia inspiradora demostraba que con esfuerzo y pasión se pueden alcanzar grandes metas, sin importar cuán pequeños o grandes sean nuestros sueños.

Y así, Jacqueline siguió investigando y aprendiendo cada día más, animando a otros niños a seguir sus pasos e impulsándolos a nunca dejar de buscar conocimiento e inspiración en el maravilloso mundo que nos rodea.

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