El vuelo de la cigarra triste



Había una vez en un frondoso bosque, una pequeña cigarra llamada Rita. A diferencia de las demás cigarras, Rita no cantaba feliz al compás del sol, sino que permanecía en silencio, con la mirada triste y el corazón apesadumbrado.

Sus amigos, las aves y los animales del bosque, se preguntaban qué le sucedía a Rita. Un día, el sabio búho del bosque, Don Baltasar, decidió ir a hablar con Rita. - Buenos días, Rita.

¿Por qué estás tan triste en este bello bosque? - preguntó el búho con voz serena. - Buenos días, Don Baltasar. Siento que no tengo un propósito - respondió Rita con la mirada baja.

El búho, con sabiduría, le dijo: - Todos tenemos un propósito en esta vida, solo debemos descubrirlo. Tú tienes un don especial que aún no conoces. Debes seguir tu corazón y encontrarás el camino.

Animada por las palabras del sabio búho, Rita decidió emprender un viaje por el bosque en busca de su propósito. Durante su travesía, se encontró con distintos personajes que necesitaban de su ayuda: un pajarito herido, una oruga con dificultades para llegar a su destino, y un conejito con miedo a explorar.

Con cada acto de bondad, Rita sentía que su corazón se iluminaba y su tristeza se desvanecía. Finalmente, la cigarra descubrió que su propósito era ser un faro de esperanza y alegría para los demás.

Desde ese día, Rita cantaba con entusiasmo, iluminando con su canto la vida de todos en el bosque. Para siempre fue conocida como la cigarra alegre, cuyo vuelo era una melodía de amor y amistad.

FIN.

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