El vuelo de la confianza



En un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, vivía la maestra Damares, una mujer alegre y dedicada que enseñaba en la única escuela del lugar.

Todos los niños del pueblo la adoraban por su paciencia, cariño y sus divertidas clases llenas de juegos y creatividad. Un día, mientras paseaba por el bosque cercano al pueblo, la maestra Damares encontró un nido de pájaros caído de un árbol.

Preocupada por los pajaritos que aún no sabían volar, decidió llevarlos a su casa para cuidarlos hasta que estuvieran listos para regresar a su hogar en lo alto de los árboles. Los días pasaron y los pajaritos crecieron fuertes y sanos bajo el cuidado de la maestra Damares.

Los niños del pueblo se maravillaban al ver cómo los alimentaba con gusanitos y los enseñaba a volar dentro de su hogar.

Un día, cuando los pajaritos estaban listos para regresar al bosque, la maestra Damares decidió llevarlos a todos los niños de la escuela para que pudieran ver cómo liberaban a las aves en su hábitat natural. Al llegar al bosque, todos se reunieron alrededor de la maestra Damares mientras ella sostenía con cuidado a cada pajarito en sus manos.

Uno por uno, los dejó volar libres hacia el cielo azul. Los niños aplaudían emocionados viendo cómo las aves revoloteaban felices entre las ramas de los árboles. De repente, uno de los pajaritos parecía asustado y no quería volar.

La maestra Damares lo miró con ternura y le dijo: "-Tranquilo amiguito, confía en ti mismo. Estás listo para volar alto y libre.

" Con esas palabras de aliento, el pajarito finalmente desplegó sus alas y se lanzó al aire junto a sus hermanitos. Los niños aprendieron una gran lección ese día: que todos tenemos miedos e inseguridades, pero con amor, paciencia y confianza podemos superar cualquier obstáculo.

Desde ese día en adelante, cada vez que veían volar a un pájaro recordaban las palabras sabias de la maestra Damares: "Confía en ti mismo y nunca tengas miedo de alcanzar tus sueños.

"Y así, gracias a su amor por la naturaleza y su sabiduría infinita, la maestra Damares siguió inspirando a todos los niños del pueblo a creer en sí mismos y en sus propias alas para volar hacia un futuro lleno de esperanza y posibilidades infinitas.

FIN.

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