El vuelo de la imaginación

Mara era una niña soñadora que pasaba horas mirando con envidia a los pájaros que volaban libremente en el cielo. Ella quería volar, sentir el viento en su rostro y alcanzar las nubes, pero sabía que no podía hacerlo.

Un día, mientras jugaba en el patio de su casa, Mara se sentó en el columpio y comenzó a balancearse. Cerró los ojos y empezó a imaginar que estaba volando alto en el cielo, libre como un pájaro.

Así, su imaginación la llevó a lugares maravillosos y a vivir emocionantes aventuras. En sus viajes imaginarios, Mara conoció lugares mágicos y seres extraordinarios. Descubrió que, aunque no podía volar físicamente, su imaginación sí podía llevarla a donde quisiera, permitiéndole vivir experiencias maravillosas.

Con el tiempo, Mara aprendió que la imaginación era su mayor tesoro, capaz de hacerla sentir poderosa y capaz de crear lo que deseara. Aprendió que no necesitaba alas para volar, ya que su imaginación era su verdadero motor.

Ahora, Mara sabe que siempre puede hacer lo que se proponga, simplemente dejándose llevar por su imaginación.