El Vuelo de Lía



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Arcoiris, una niña llamada Lía. Ella soñaba con volar alto, tan alto que pudiera tocar el cielo y danzar con las nubes. Cada día, subía a la azotea de su casa y trataba de extender sus brazos como alas, pero siempre caía de nuevo a la tierra.

Un día, mientras exploraba el bosque cercano, Lía encontró un hermoso colibrí atrapado en una red.

"¡Pobre pajarito! Déjame ayudarte" - dijo Lía, acercándose con mucho cuidado.

Con mucho esfuerzo, deshizo la red y liberó al colibrí.

"¡Gracias, amable niña!" - cantó el colibrí, aleteando sus alas con alegría. "Soy Zazu, el guardián de la libertad. Te he visto intentarlo todo para volar. Tengo una propuesta para vos."

Lía, emocionada, le preguntó:

"¿Qué tipo de propuesta?"

"Si me acompañas, te llevaré a un lugar mágico donde aprenderás a volar de verdad. Pero para eso, debes soltar tus miedos y tus dudas. ¿Te animás?" - dijo Zazu con una sonrisa.

Lía pensó en lo que significaba soltar sus miedos. Había tenido muchas dudas sobre sí misma, pero sabía que esta era una oportunidad única.

"¡Sí! Estoy lista para aprender a volar" - exclamó Lía, irradiando determinación.

Zazu hizo un ligero movimiento y un sendero de luz se desplegó ante ellos. Juntos volaron hacia el Jardín de los Sueños, un lugar extraordinario donde los sueños de los niños cobraban vida. El jardín estaba lleno de flores de colores brillantes y criaturas mágicas que bailaban con alegría.

Una vez allí, Zazu le mostró a Lía cómo las flores nunca temen a lo que vendrá.

"Mirá a esa flor amarilla, tiene miedo de abrirse al sol, pero cuando lo hace, se convierte en lo más hermoso del jardín. Así es la libertad, Lía. Hay que dejar atrás los miedos para poder brillar" - explicó Zazu.

Lía observó y sintió que algo cambió dentro de ella.

"¿Y si no soy capaz de volar como ustedes?" - cuestionó, apenada.

"La forma de volar no es tan importante como el deseo de hacerlo. Permítete ser libre y el vuelo vendrá solo" - dijo Zazu, mientras comenzaban a practicar.

Lía cerró los ojos y respiró hondo. Pensó en todo lo que había logrado hasta ahora y en su pasión por volar. Cuando abrió los ojos, se lanzó al aire, tratando de imitar a los pájaros que danzaban alrededor. Al principio tropezó, pero cada caída la hacía más fuerte. Con cada intento, comenzaba a sentir el viento bajo sus brazos.

Un día en medio de una práctica, algo inesperado ocurrió. Zazu le dijo:

"Te veo muy cerca de lograrlo, Lía. Ahora, ¿estás lista para el desafío final?"

"¿Qué tipo de desafío, Zazu?" - preguntó Lía, sintiendo mezcla de emoción y nervios.

"Deberás volar desde la cima de la montaña en el horizonte al Jardín de los Sueños. Será tu prueba para demostrar todo lo que has aprendido" - le explicó el colibrí.

Lía sintió un nudo en su estómago al pensar en la altura. Pero recordando las flores del jardín y el alegre canto de Zazu, decidió que debía intentarlo. Con cada batir de alas, emprendió su vuelo desde la cima. Al principio sentía miedo, pero a medida que volaba, las nubes le ofrecían su suave abrazo, y el miedo se disipó. Por fin, Lía surcó los cielos como nunca lo había hecho, dejando atrás sus dudas y miedos.

Una vez que aterrizó en el Jardín de los Sueños, todos los seres mágicos la recibieron con vítores y aplausos. Zazu se acercó y le dijo:

"¡Lo lograste, Lía! Te has liberado y ahora puedes volar con confianza. La libertad no es solo un deseo, es un acto de valor."

Lía sonrió, sintiendo un calidez en su corazón. sabía que pronto podría volver a volar, no solo en el Jardín de los Sueños, sino en cualquier lugar. Desde ese día, Lía ya no solo soñaba con volar, sino que lo hacía.

En Arcoiris, la niña se convirtió en un símbolo de valentía y perseverancia, enseñando a otros a volar alto dejando atrás sus miedos, recordándoles que liberar el alma es el primer paso hacia la verdadera libertad.

FIN.

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