El vuelo de los sueños
Había una vez en una lejana isla, un niño llamado Álvaro que vivía rodeado de unicornios y nubes mágicas. Desde pequeño, Álvaro soñaba con volar alto y descubrir nuevos horizontes.
Un día, mientras paseaba por la orilla del mar, vio algo brillante en el cielo. - ¡Mira, unicornios! -exclamó Álvaro señalando hacia las nubes. Los unicornios relinchaban emocionados y comenzaron a correr hacia la playa.
De repente, una figura majestuosa descendió del cielo: era Pegaso, el caballo alado. - ¡Soy Pegaso! ¿Quién de ustedes desea acompañarme en un viaje por los cielos? -dijo Pegaso con voz suave pero firme. Álvaro no lo pensó dos veces y se acercó a Pegaso con ojos llenos de emoción.
- ¡Yo quiero ir contigo! -exclamó el niño sin dudarlo. Pegaso sonrió y extendió sus alas blancas como la nieve. Con un salto elegante, Álvaro montó sobre su lomo y juntos emprendieron el vuelo hacia lo desconocido.
Las nubes se abrieron paso ante ellos revelando paisajes increíbles y colores nunca antes vistos. - ¡Es hermoso! -susurró Álvaro maravillado por la vista. Pegaso asintió con orgullo mientras continuaban surcando los cielos.
De repente, divisaron una isla flotante cubierta de flores multicolores y cascadas cristalinas. - ¡Qué lugar tan increíble! ¿Podemos bajar allí? -preguntó Álvaro emocionado. Pegaso descendió suavemente hasta posarse en la isla, donde fueron recibidos por seres mágicos que bailaban al ritmo de la naturaleza.
Álvaro se unió a la celebración sintiéndose parte de ese mundo encantado. - Gracias por traerme aquí, Pegaso. Nunca olvidaré este día -dijo Álvaro con gratitud en su mirada.
Pegaso relinchó feliz y con un gesto amistoso indicó que era hora de regresar a casa. Juntos emprendieron el vuelo de regreso a la isla donde todo había comenzado. Al llegar, los unicornios los recibieron con alegría y juntos compartieron historias de aventuras vividas en tierras lejanas.
Álvarro entendió que los sueños pueden hacerse realidad si uno cree en ellos con fuerza y valentía. Desde ese día, cada noche miraba las estrellas recordando aquel viaje inolvidable junto a su amigo Pegas
FIN.