El vuelo de Lucas

Había una vez un hermoso bosque lleno de árboles altos y frondosos. En medio de ese bosque, se encontraba un árbol muy especial llamado Lucas.

Lucas era el árbol más alto y fuerte de todo el lugar, y siempre estaba rodeado de animales que buscaban refugio en sus ramas.

Un día, mientras Lucas se mecía suavemente con el viento, observó algo maravilloso en el cielo: ¡un grupo de coloridas mariposas revoloteando en forma de espiral! El árbol quedó fascinado por la belleza y elegancia de aquel espectáculo. "-¡Qué hermosuras son esas mariposas! -exclamó Lucas emocionado-. Me encantaría poder volar como ellas". Pero las mariposas no podían escucharlo desde tan lejos.

Sin embargo, un pequeño pajarito llamado Mateo que estaba posado cerca del tronco del árbol sí pudo oírlo. "-Lucas, ¿quieres saber cómo puedes sentirte como una mariposa? -preguntó Mateo curioso-. -Sí, claro Mateo. Pero ¿cómo podría hacer eso? -respondió Lucas intrigado-.

-Podemos organizar una competencia para los animales del bosque. Será una carrera aérea donde todos tendrán que superar diferentes obstáculos para llegar a lo más alto del cielo -explicó Mateo entusiasmado-. "Lucas aceptó la idea emocionadamente y comenzaron a planificar la competencia.

Invitaron a todos los animales del bosque: conejos, ardillas, pájaros e incluso algunos insectos. Todos estaban emocionados por participar en el desafío y demostrar sus habilidades. El día de la carrera llegó y el bosque estaba lleno de emoción.

Los animales se alinearon en la base del árbol Lucas, listos para comenzar. El conejo fue el primero en partir, saltando entre los arbustos con gran velocidad.

Las ardillas siguieron trepando árboles mientras los pájaros volaban rápidamente hacia el cielo. Lucas observaba atentamente a cada uno de ellos, maravillado por las diferentes habilidades que poseían. Pero recordó que su sueño era volar como una mariposa, así que decidió hacer algo diferente.

En lugar de correr o trepar como los demás animales, Lucas extendió sus ramas hacia arriba y dejó que el viento lo elevara lentamente. Fue entonces cuando las mariposas del cielo descendieron para ayudarlo. "-¡Vamos Lucas! ¡Tú puedes hacerlo! -le gritaron las mariposas".

Con cada impulso del viento y la ayuda de las mariposas, Lucas ascendía más y más alto hasta llegar a la cima del cielo. Los demás animales quedaron sorprendidos al ver cómo un árbol había logrado volar tan alto.

Al finalizar la competencia, todos los animales se reunieron nuevamente alrededor del árbol Lucas para felicitarlo por su increíble hazaña. "-Lucas, has demostrado que no necesitas tener alas para alcanzar tus sueños -dijo Mateo orgulloso-.

Tu determinación y creatividad te llevaron a cumplir tu deseo de sentirte como una mariposa". Lucas sonrió y agradeció a todos los animales por su apoyo.

A partir de ese día, el bosque se llenó de un espíritu de superación y cada animal se sintió inspirado para perseguir sus propios sueños. Y así, el árbol Lucas se convirtió en una leyenda del bosque, recordándonos que no hay límites cuando realmente deseamos algo y estamos dispuestos a encontrar formas creativas de lograrlo.