El vuelo de Lulu
Había una vez en un hermoso jardín, una pequeña mariposita llamada Lulu. Lulu era diferente a las demás mariposas, ya que sus alas tenían colores brillantes y únicos que cambiaban según su estado de ánimo.
A pesar de ser tan especial, Lulu se sentía triste porque no podía volar tan alto como las otras mariposas. Un día, mientras observaba a las demás mariposas revolotear por el jardín, Lulu escuchó a lo lejos la risa de un niño.
Era Tomás, un niño curioso y aventurero que disfrutaba explorando la naturaleza.
Tomás se acercó a Lulu con una sonrisa en el rostro y le dijo:- ¡Hola, mariposita! ¿Por qué estás tan triste? Lulu miró a Tomás con sus ojitos brillantes y le contó sobre su sueño de volar alto como las demás mariposas. Tomás la escuchó atentamente y luego le dijo:- No te preocupes, Lulu. Yo te ayudaré a cumplir tu sueño.
Con determinación, Tomás construyó un pequeño columpio en el jardín y colocó a Lulu con cuidado en él. Con cada impulso del columpio, Lulu sentía cómo el viento acariciaba sus alas y poco a poco comenzaba a elevarse en el aire.
- ¡Mira, Lulu! ¡Estás volando! -exclamó Tomás emocionado. Lulu sintió una alegría indescriptible al experimentar la sensación de libertad al volar por los cielos. Desde lo alto, pudo ver todo el jardín con una perspectiva completamente nueva.
Pero justo cuando pensaba que nada podría salir mal, una ráfaga de viento fuerte hizo que Lulu perdiera el equilibrio y cayera al suelo. Afortunadamente, Tomás estaba allí para atraparla antes de que se lastimara. - Lo siento mucho, Lulu.
No quería asustarte -dijo Tomás apenado. Pero para sorpresa de ambos, algo extraordinario ocurrió: las alas de Lulu comenzaron a brillar más intensamente que nunca antes. De repente, pudo sentir cómo su fuerza interior crecía y se fortalecía.
- ¡Mira lo que estás logrando gracias a tu valentía! -exclamó Tomás admirado. Con renovada confianza en sí misma, Lulu decidió intentarlo nuevamente. Esta vez tomó impulso desde el suelo y emprendió vuelo hacia lo más alto del cielo azul.
Las demás mariposas la miraban asombradas mientras ella surcaba los cielos con gracia y elegancia. Desde ese día en adelante, la mariposita Lulu se convirtió en un ejemplo para todos en el jardín.
Su historia inspiradora demostraba que no importa cuán diferentes seamos o cuántos obstáculos enfrentemos; siempre podemos encontrar nuestra propia manera única de brillar y alcanzar nuestras metas si tenemos fe en nosotros mismos.
FIN.