El vuelo de Martina y Juan



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, una pareja de jóvenes enamorados llamados Martina y Juan. Ellos se conocieron en la escuela y desde entonces no se habían separado nunca.

Un día, mientras paseaban por el parque, Martina le dijo a Juan:"Juan, ¿te imaginas si pudiéramos volar como los pájaros?"Juan la miró con una sonrisa y respondió:"¡Sería genial! Podríamos recorrer el mundo juntos.

"Martina suspiró y agregó:"Pero como no podemos volar, al menos podemos soñar con hacerlo. "De repente, un hada madrina que pasaba por allí escuchó la conversación de los jóvenes y decidió concederles un deseo especial.

Se acercó a ellos y les dijo:"Por ser una pareja tan enamorada y tener corazones llenos de sueños, les otorgaré la posibilidad de volar juntos durante un día entero. "Martina y Juan no podían creer lo que estaban escuchando. Estaban emocionados ante la idea de poder cumplir su sueño de volar juntos.

El hada madrina agitó su varita mágica y en un abrir y cerrar de ojos, ambos comenzaron a elevarse por los cielos. "¡Esto es increíble!" -exclamaba Martina mientras veía el pueblo diminuto bajo sus pies.

"¡Nunca olvidaremos este momento!" -respondió Juan abrazando a Martina con ternura. Durante todo el día, volaron juntos sobre bosques frondosos, ríos cristalinos y montañas nevadas. Disfrutaron cada instante como si fuera un regalo invaluable.

Al atardecer, el hada madrina apareció nuevamente para llevarlos de vuelta al suelo. "Ha llegado el momento de regresar" -dijo el hada-. "Espero que hayan disfrutado esta experiencia tanto como yo disfruté dársela. "Martina y Juan asintieron emocionados.

Agradecieron agradecidos antes de volver al parque donde habían comenzado su aventura. Ya en tierra firme, se abrazaron con fuerza sabiendo que ese día quedaría grabado en sus corazones para siempre.

Desde entonces, cada vez que miraban al cielo recordaban aquel maravilloso día en el que pudieron cumplir su sueño gracias al amor que sentían el uno por el otro. Y así fue cómo Martina y Juan demostraron que cuando dos personas se aman profundamente, no hay límites para lo que pueden lograr juntas.

Porque el verdadero amor tiene la capacidad de hacer realidad incluso los sueños más imposibles.

FIN.

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