El Vuelo de Valentina
Era una mañana soleada en el pequeño pueblo de Maravillas, donde vivía Valentina, una niña curiosa y soñadora de diez años. Siempre había mirado al cielo y deseado poder volar entre las nubes. A menudo, sus amigos se reían de sus sueños.
Un día, mientras exploraba el bosque cercano, Valentina encontró un viejo libro cubierto de polvo. "¿Qué será esto?"- se preguntó, abriendo el libro cuidadosamente. Dentro, había dibujos de criaturas mágicas y hechizos. Uno de ellos prometía el poder de volar. Valentina, emocionada, decidió probarlo.
"¡Alas de viento!"- gritó al leer las palabras mágicas en voz alta. De repente, una ráfaga de aire la envolvió. Valentina sintió un cosquilleo en su barriga y, para su sorpresa, comenzó a elevarse del suelo.
"¡Estoy volando!"- exclamó con alegría, mientras giraba y hacía piruetas entre los árboles. Desde el aire, el mundo se veía diferente, más hermoso.
Sin embargo, justo cuando pensaba que todo era perfecto, se dio cuenta de que no podía controlar su altura. "¡Ayuda!"- gritó, asustada. En ese momento, apareció un pequeño duende llamado Lumo, que le dijo: "No temas, Valentina. Tienes un gran poder, pero también debes aprender a controlarlo."
Lumo la llevó a un lugar mágico donde otros niños con poderes voladores aprendían a usar sus habilidades. Allí conoció a Lucía, una niña que podía transformar las nubes en algodón de azúcar, y a Mateo, que controlaba el viento.
"¡Vamos a enseñarte!"- dijo Mateo. "Lo primero que debes hacer es creer en ti misma y calmar tu mente. La magia responde a tus emociones."-
Valentina comenzó a entrenar todos los días. Aprendió a volar en círculos, a hacer acrobacias y a aterrizar sin caer. Pero, había un truco: tenía que superar su miedo a la altura.
Un día, hubo una gran tormenta que amenazaba Maravillas. Los habitantes estaban preocupados porque las lluvias podían inundar el pueblo. Valentina sabía que debía ayudar, y aunque le daba miedo volar alto, recordó las palabras de Lumo y sus amigos.
"¡Voy a intentarlo!"- dijo Valentina, con determinación. "Mis amigos me necesitan!"- Despegó hacia el cielo, hacia las nubes grisáceas que cubrían el sol. Con cada batida de sus alas, sentía el aire fresco y la energía que la impulsaba.
Cuando llegó a la capa más alta de la tormenta, miró hacia abajo y vio cómo el agua comenzaba a acumularse. "¡Debo actuar!"- pensó. Recordó un hechizo de control del viento que había aprendido.
Con la voz firme, gritó: "¡Viento, ven a mí!"- El viento obedeció, y comenzó a dispersar las nubes, permitiendo que el sol brillara nuevamente sobre Maravillas.
Los habitantes del pueblo, asombrados, miraban cómo Valentina, la niña que siempre soñó con volar, salvaba su hogar. Todos comenzaron a aplaudir y a vitorear su valentía. "¡Valentina, sos una heroína!"- gritó Lucía desde abajo.
Cuando aterrizó, sus amigos la abrazaron. "¡Lo lograste! Ahora sabes que no solo puedes volar, sino también usar tu poder para ayudar a los demás!"- dijo Lumo, sonriendo.
Desde entonces, Valentina no solo voló en el cielo, sino que también se convirtió en una protectora del pueblo, enseñando a otros niños sobre la magia de creer en uno mismo y el valor de la amistad. Con su magia y su nuevo conocimiento, demostró que lo imposible puede hacerse posible si se tiene fe en uno mismo.
Y así, Valentina siguió sus aventuras, siempre recordando que el verdadero poder viene de dentro y que, con un poco de magia y coraje, se pueden alcanzar los sueños más altos.
FIN.