El Yeti y la Protectora del Bosque
Alice caminaba por el bosque en una noche oscura y fría. De repente, vio un movimiento extraño entre los árboles.
Se acercó sigilosamente para ver qué era y se sorprendió al ver a una criatura peluda con grandes ojos brillantes. - Hola -dijo Alice tímidamente-. ¿Quién eres? La criatura la miró fijamente antes de responder:- Soy un Yeti. ¿Qué haces aquí sola en la noche? - Estaba dando un paseo -respondió Alice-.
Pero ahora que te he encontrado, me gustaría saber más sobre ti. El Yeti se sintió halagado por la curiosidad de Alice y decidió compartir su historia con ella.
- Solía vivir en las montañas nevadas del norte, pero un día los cazadores llegaron y mataron a mi familia. Desde entonces, he estado vagando solo por el mundo. Alice sintió tristeza por la historia del Yeti y decidió ayudarlo a encontrar un nuevo hogar seguro en el bosque cercano.
Juntos exploraron el bosque hasta que encontraron una cueva grande y acogedora donde podía vivir cómodamente. Pero pronto descubrieron que algunos cazadores habían estado acechando cerca de su cueva, buscando cazar cualquier animal salvaje que pudieran encontrar.
Con miedo de perder a su nuevo amigo, Alice decidió tomar medidas drásticas. Junto con sus amigos animales del bosque, prepararon una emboscada para los cazadores cuando intentaban atrapar al Yeti. Los asustaron tanto que nunca volvieron a molestarlos nuevamente.
Agradecido por el amor y la amistad que Alice y los animales del bosque le habían mostrado, el Yeti decidió quedarse en la cueva y hacer de ella su hogar permanente.
Y así, Alice había encontrado un nuevo amigo y ayudado a proteger a una criatura especial. La noche terminó con una gran fiesta en la cueva del Yeti donde todos celebraron su nueva amistad. Y aunque hubo algunos momentos difíciles, todo salió bien al final.
FIN.