El zapato futbolista en busca del semáforo de la manzana
Había una vez en una ciudad muy peculiar, un zapato que soñaba con ser futbolista. A pesar de ser solo un zapato, siempre había deseado correr por un campo de fútbol y marcar increíbles goles.
Un día, el viento travieso de la ciudad decidió llevarse al zapato hasta un barrio lejano. El zapato, emocionado, comenzó a correr velozmente por las calles, sorteando obstáculos y esquivando autos. Cuando finalmente llegó al barrio desconocido, se encontró con un semáforo muy especial.
Este semáforo se llamaba Don Semáforo y era conocido en toda la ciudad por ser muy sabio y dar consejos a quienes lo necesitaban.
El zapato se acercó temeroso y le preguntó: -¡Don Semáforo, por favor, podrías ayudarme a cumplir mi sueño de ser futbolista? -. El semáforo sonrió y le dijo: -Claro que sí, querido zapato. Pero primero tendrás que demostrar tu valentía y superar tres desafíos.
El primero es enfrentar al viento en un juego de habilidad, el segundo es superar la prueba del semáforo en un partido de fútbol, y el tercero es encontrar la manzana dorada en el misterioso jardín de la ciudad. El zapato aceptó el desafío y se dispuso a superarlos.
En el primer desafío, el viento soplaba con fuerza, pero el zapato, con su destreza y agilidad, logró superarlo. Luego, en el segundo desafío, el zapato jugó un emocionante partido de fútbol con el semáforo, demostrando sus habilidades en el campo.
Fue un partido reñido, pero el zapato logró anotar el gol ganador. Finalmente, en el tercer desafío, el zapato se adentró en el misterioso jardín de la ciudad, donde encontró la manzana dorada escondida entre los árboles.
Con la manzana en sus manos, regresó triunfante ante el semáforo. Este, impresionado por la valentía y determinación del zapato, le otorgó el título de futbolista.
Desde ese día, el zapato se convirtió en el mejor jugador de fútbol de la ciudad, inspirando a todos con su historia de superación y valentía.
FIN.