El zorrito juguetón

En el bosque de Bariloche, vivía un zorrito muy travieso y juguetón llamado Simón. A Simón le encantaba correr por el bosque, saltar entre los árboles y explorar cada rincón.

Un día, mientras Simón jugaba con su pelota de lana, escuchó un ruido extraño. Era un conejito llorando. Se acercó con curiosidad y vio que el conejito se había perdido. Simon decidió ayudarlo y juntos emprendieron la búsqueda de la madriguera del conejito.

Durante su aventura, se encontraron con varios animales del bosque que también querían ayudar al conejito. El erizo les ofreció su aguijón afilado para cortar ramas, la ardilla trepadora les mostró atajos por los árboles y el pájaro carpintero les indicó el camino con golpes secos en la corteza de los árboles.

Después de mucho esfuerzo y trabajo en equipo, encontraron la madriguera del conejito. El conejito había sido muy valiente, pero estaba muy asustado. Simón le regaló su pelota de lana para que no se sintiera solo y todos los animales lo abrazaron y le dieron ánimo. Finalmente, el conejito pudo regresar a salvo con su familia.

Simón comprendió que ayudar a los demás era una de las mayores alegrías que podía experimentar. Desde ese día, se convirtió en el héroe del bosque y siempre estaba dispuesto a ayudar a quienes lo necesitaran.