El Zorro Guía
Había una vez una niña llamada Karina que era muy curiosa y aventurera. Siempre estaba buscando nuevas experiencias y lugares para explorar. Un día, decidió adentrarse en el bosque cercano a su casa.
Karina se adentró en el frondoso bosque con entusiasmo, maravillada por la belleza de los árboles altos y las flores silvestres que adornaban el camino. Pero a medida que avanzaba, se fue dando cuenta de que ya no reconocía su camino de regreso.
"Oh no, ¿cómo me he perdido?"- exclamó Karina preocupada. Karina intentó encontrar su camino de regreso siguiendo sus huellas, pero solo logró confundirse aún más. Mientras caminaba sin rumbo fijo, comenzó a sentirse asustada y sola.
De repente, escuchó un ruido detrás de ella y se dio vuelta rápidamente. Para su sorpresa, vio un pequeño zorro mirándola curiosamente desde detrás de un arbusto. "Hola amiguito"- dijo Karina con una sonrisa nerviosa.
"¿Puedes ayudarme a encontrar mi camino a casa? Me he perdido en este bosque". El zorro inclinó la cabeza como si estuviera pensando en lo que le había dicho Karina y luego asintió con entusiasmo. "Sígueme"- dijo el zorro.
"Conozco este bosque como la palma de mi pata". Karina siguió al zorro mientras él la llevaba por senderos secretos entre los árboles y arroyuelos cristalinos. A cada paso del camino, el zorro le enseñaba a Karina sobre las plantas y los animales que habitaban el bosque.
"Este es un helecho"- explicó el zorro mientras señalaba una planta verde y frondosa. "Y allí hay un pájaro carpintero haciendo su nido en ese árbol". Karina estaba fascinada por todo lo que aprendía.
A pesar de estar perdida, se dio cuenta de que esta aventura también era una gran oportunidad para aprender cosas nuevas. Después de caminar durante un buen rato, Karina y el zorro llegaron a la orilla de un hermoso lago rodeado de flores silvestres.
"Aquí es donde nos despedimos"- dijo el zorro. "Tu casa está al otro lado del lago. Sigue recto y encontrarás tu camino". Karina agradeció al zorro con todo su corazón antes de cruzar cuidadosamente el lago nadando.
Al llegar al otro lado, vio su hogar justo frente a ella. La familia de Karina la esperaba preocupada en la puerta cuando la vieron regresar sana y salva.
Karina les contó emocionada todas las cosas maravillosas que había aprendido en su aventura en el bosque. Desde ese día, Karina siempre recordó la importancia de ser valiente y curiosa, pero también aprendió a respetar los límites y tomar precauciones cuando se aventurara en lugares desconocidos.
Y así fue como Karina descubrió no solo cómo encontrar su camino a casa sino también cómo encontrar sabiduría en cada paso del viaje.
FIN.