El Zorro que se Durmió
Era una noche estrellada en el bosque. Zorro, el astuto cazador, paseaba por el camino, pensando en su cena. Había oído rumores de un cerdito delicioso que vivía cerca del río, y se decidió que esa sería su cena perfecta.
"- Hoy voy a cenar un exquisito cerdito - se dijo a sí mismo, mientras avanzaba por el sendero-
Con su cola bien levantada y su pancita rumiando, Zorro llegó hasta la casa del cerdito. Al acercarse, vio que el cerdito disfrutaba de un gran tazón de comida. Sin embargo, antes de actuar, Zorro decidió hacer un pequeño descanso sobre un árbol cercano, para planear su estrategia.
El cansancio del día lo abrazó y Zorro, sin darse cuenta, se quedó profundamente dormido, soñando con cómo sería el cerdito al que tanto deseaba. Mientras tanto, Cerdito, que era más astuto de lo que Zorro pensaba, notó que el cazador estaba dormido.
"- No puedo dejar que Zorro se coma mi cena - se dijo Cerdito, preocupándose y pensando en una solución. - Tendré que hacer algo antes de que despierte."
Cerdito salió sigilosamente de su casa y se acercó al Zorro dormido. Con una idea brillante en mente, comenzó a reunir todas las zanahorias y verduras que tenía guardadas. Con un gran esfuerzo, llevó las verduras hasta el Zorro y, utilizando algunos trozos de hilo que había encontrado, las ató alrededor de Zorro.
Cuando Zorro despertó de su sueño, un sabor extraño inundó su olfato. Abrió los ojos y se encontró con que estaba atrapado en un colorido montón de verduras.
"- ¿Qué es esto? - exclamó asombrado. - ¡Cerdito, esto es un trampa!"
"- Es solo una pequeña broma - rió Cerdito. - Quería que te despertaras a tiempo antes de que me cenes. Si realmente tienes hambre, ¿por qué no compartimos esta rica comida en vez de comerme a mí?"
Zorro, sorprendido y un poco avergonzado, empezó a pensar en la propuesta del cerdito.
"- Claro, no hay necesidad de que te coma - respondió Zorro, con un tono pensativo. - Nunca había considerado compartir en vez de cazar."
Ambos se sentaron a la sombra de un gran árbol, compartiendo la deliciosa comida. Mientras comían, Zorro se dio cuenta de que la compañía y la amistad son mucho más valiosas que una cena solitaria.
"- Sabes, Cerdito, creo que he aprendido una valiosa lección esta noche - comentó Zorro, mirando al cerdito. - No todo se trata de cazar y comer. A veces, es mejor compartir y disfrutar de buenos momentos juntos."
"- ¡Exactamente! - dijo Cerdito, feliz por la respuesta de Zorro. - A partir de ahora, seremos amigos. Y siempre podemos compartir nuestras comidas."
Desde esa noche, Zorro y Cerdito desarrollaron una gran amistad. Cada semana, Zorro traía algo de su caza, y Cerdito siempre tenía verduras y frutas frescas para compartir. Así lograron construir una unión que se basaba en la confianza, el respeto y la amistad.
Y así, el astuto Zorro y el ingenioso Cerdito aprendieron que a veces el mejor camino es compartir lo que uno tiene con los demás. En el bosque, ya no se hablaba solo del Zorro cazador, sino también del Zorro y Cerdito, los mejores amigos del bosque.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.