El zorro triste y la gallina feliz



Había una vez en un bosque, un zorro llamado Mateo que estaba muy triste y solo. Todos los animales lo evitaban por miedo a ser su cena.

Mateo anhelaba tener amigos, pero su reputación de astuto y malvado lo alejaba de ellos. Un día, mientras caminaba melancólicamente, se encontró con una hermosa gallina llamada Lola. - ¡Hola, zorro triste! ¿Por qué estás tan solo y cabizbajo? - preguntó Lola con una sonrisa.

Mateo se sorprendió al ver que la gallina no le temía. - Nadie quiere estar cerca de mí porque piensan que soy malvado y peligroso - respondió el zorro con tristeza. - No te preocupes, yo no juzgo a los demás por los rumores.

Creo que todos merecen una oportunidad - dijo Lola amablemente. A pesar de sus dudas, Mateo comenzó a hablar con Lola todos los días. Descubrieron que tenían muchas cosas en común y se hicieron buenos amigos.

Un día, mientras paseaban juntos, se encontraron con un grupo de animales que estaban en problemas. Un arroyo se había desbordado y estaban atrapados en la orilla opuesta. - ¡Oh no, no podemos cruzar! - exclamó un conejo preocupado.

Mateo, recordando sus habilidades como zorro, ideó un plan para ayudar a los animales. Con la ayuda de Lola, construyeron un puente improvisado con ramas y hojas para que todos pudieran cruzar. Los animales estaban asombrados y agradecidos por la valentía y la bondad de Mateo y Lola.

A partir de ese día, Mateo ya no era conocido como el zorro malvado, sino como el zorro valiente y amable. Y Lola ya no era simplemente una gallina, sino una amiga leal y valiente.

Juntos, enseñaron a los demás que la verdadera amistad y la bondad no conocen prejuicios ni rumores. Desde entonces, Mateo nunca volvió a sentirse solo, y siempre estuvo agradecido de tener a Lola a su lado.

FIN.

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