El zorro y el pueblo mapuche

Había una vez un zorro que andaba por el borde del río buscando comida. Después de mucho caminar, se topó con un pueblo mapuche que estaba celebrando el we tripantu. Con mucho sigilo, el zorro decidió robar un pollo, pero algo en su interior le hizo reflexionar: ¿era realmente correcto robar?

Los aldeanos, al percatarse del robo, se reunieron y, en lugar de enfadarse, decidieron enseñarle al zorro el valor de la honestidad. Le contaron historias de respeto y solidaridad, y le mostraron que, si bien la tentación a veces es grande, el robo simplemente no está bien. El zorro, conmovido por las palabras y el comportamiento de los aldeanos, decidió devolver el pollo y pedir disculpas. A cambio, el pueblo mapuche compartió su comida con él y le enseñaron a cazar de forma colaborativa y respetuosa.

Desde aquel incidente, el zorro aprendió la importancia de la honestidad, el respeto y la solidaridad, y decidió convertirse en un verdadero amigo del pueblo mapuche.