El zorro y el puma en la quebrada de Andahuaylas
En lo más profundo de la quebrada de Andahuaylas, un zorro astuto y un puma valiente se encontraban en la búsqueda de alimentos.
El zorro, con su agudo olfato, percibía a lo lejos el aroma de frutas silvestres, mientras que el puma, con sus poderosos ojos, divisaba a su presa. Juntos, se adentraron en el espeso bosque, sorteando obstáculos y desafíos. "Hermano puma, ¿ves alguna presa por aquí? Estoy hambriento", preguntó el zorro.
"Sí, hermano zorro, hay un venado a pocos metros de aquí. Te ayudaré a atraparlo", respondió el puma. Con astucia y destreza, el zorro y el puma lograron acorralar al venado y se dispusieron a compartir su suculenta presa.
Mientras se alimentaban, conversaban sobre la importancia de la colaboración y el respeto mutuo en la naturaleza. De repente, escucharon un débil llanto proveniente de un arbusto cercano. Al acercarse, encontraron a un cachorro de zorro atrapado entre las ramas.
Con cuidado, el puma liberó al pequeño zorrito, quien agradecido les contó que se había extraviado de su madriguera. El puma y el zorro decidieron acompañar al cachorro de regreso a su hogar, demostrando que la solidaridad es fundamental entre todos los habitantes del bosque.
Finalmente, el puma, el zorro y el cachorro llegaron sanos y salvos a la madriguera, donde la madre del zorrito los recibió con efusividad.
Llenos de alegría por haber ayudado al pequeño, el puma y el zorro se despidieron, sabiendo que su amistad y cooperación habían marcado la diferencia en la quebrada de Andahuaylas.
FIN.