El zorro y la cigüeña



Había una vez en el bosque, un zorro llamado Renato, quien era conocido por ser un gran bromista. Un día, decidió hacerle una broma a su amiga la cigüeña, a quien consideraba bastante seria.

Renato invitó a la cigüeña a cenar a su casa y preparó una sopa muy rica, pero en platos muy planos. Cuando la cigüeña llegó, no pudo comer la sopa con su largo pico.

En cambio, el zorro disfrutó la sopa con facilidad, riéndose de la situación. La cigüeña se sintió triste y avergonzada por la broma de Renato, pero en lugar de enojarse, decidió devolverle la broma de una manera ingeniosa.

-'Querido Renato, me encantó tu cena, deberíamos hacer una nueva cita para cenar juntos en mi casa mañana', dijo la cigüeña con una sonrisa. Renato aceptó emocionado, pensando que podría disfrutar de otro chiste a costa de su amiga.

Al día siguiente, Renato llegó a la casa de la cigüeña con mucha hambre y ansias por ver la venganza de su amiga. Para su sorpresa, la cigüeña le sirvió la cena en unos jarrones de cuello largo, donde podía meter su pico y comer con facilidad, pero el zorro no podía alcanzar la comida.

La cigüeña se rio con amabilidad, diciendo: - 'Espero que disfrutes la cena. Yo me divertí mucho con la tuya.' Renato se sintió avergonzado y comprendió que no estaba bien hacer bromas a costa de los demás.

A partir de ese día, Renato aprendió a ser más considerado y pensar antes de hacer bromas, mientras que la cigüeña demostró que la venganza no es la mejor manera de resolver las situaciones.

Desde entonces, se convirtieron en amigos inseparables, aprendiendo a respetar y valorar las diferencias de cada uno.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!