El Zorro y la Oveja



Una vez, en un prado verde y soleado, vivía una oveja llamada Lila. Era conocida por su blanquísimo pelaje y su espíritu amigable. A pesar de ser un poco tímida, siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás. Un día, mientras pastaba, se encontró con un zorro astuto llamado Bruno. Bruno tenía fama de ser muy ingenioso, pero también un poco egoísta.

Lila, al ver al zorro, se asustó. "¡Hola, Zorro! ¿Qué haces en mi prado?"- preguntó con voz temblorosa.

"Vengo a disfrutar de la vista, ovejita. No te preocupes, no estoy aquí para causarte problemas"-, respondió Bruno con una sonrisa persuasiva.

A pesar de sus dudas, Lila decidió no alejarse. Después de todo, el prado era muy grande y siempre había espacio para todos.

Al día siguiente, Lila encontró a Bruno de nuevo, esta vez a un lado del río. Estaba intentando pescar, pero no tenía mucho éxito. "¿Necesitas ayuda, Zorro?"- le preguntó la oveja.

"¡Bah! Los zorros no necesitamos ayuda de nadie"-, respondió Bruno, algo orgulloso.

Pero mientras trataba de atrapar un pez, resbaló y cayó al agua. Lila no pudo contenerse: "¡Ay, Zorro, te vas a ahogar!"-

Entonces, Lila decidió lanzarse al agua y nadar hacia Bruno. Con su abultado pelaje y su fuerza, logró sacar al zorro de las aguas. "¿Ves? A veces es bueno aceptar ayuda"-, le dijo Lila, mientras Bruno temblaba de frío.

"Bueno, supongo que tenés razón", dijo Bruno, un poco avergonzado. "Te pido disculpas. Me creí más astuto de lo que realmente soy."-

A partir de ese momento, Lila y Bruno comenzaron a ser amigos. Lila le enseñó a Bruno cosas sobre la amistad y la solidaridad, y Bruno le mostró a Lila cómo ser más valiente y divertida. A veces, juntos hacían juegos en el prado, corriendo y saltando bajo el sol.

Un día, Bruno tuvo una idea: "¿Y si organizamos una fiesta para todos los animales del prado?"-

"¡Es una excelente idea!", exclamó Lila. Así que pusieron manos a la obra, invitando a todos: los pájaros, las ranas, e incluso a otros zorros.

Prepararon comida, adornos y música. El día de la fiesta, el prado estaba lleno de risas y alegría.

"Nunca pensé que podríamos hacer algo tan divertido juntos, Lila"-, le dijo Bruno mientras bailaban.

"Y yo nunca imaginé que un zorro podría ser tan buen amigo"-, respondió Lila con una gran sonrisa.

La fiesta fue un éxito, y todos los animales se divirtieron tanto que decidieron hacerla anual. La amistad entre Lila y Bruno se volvió un ejemplo para todos, y aprendieron que, aunque eran diferentes, juntos podían lograr grandes cosas.

Y así fue como una oveja temerosa y un zorro astuto se convirtieron en los mejores amigos del prado, enseñando a todos que la amistad y la colaboración son el secreto de la felicidad.

Desde ese día, Lila nunca volvió a tener miedo de Bruno, y Bruno aprendió a ayudar a otros en lugar de solo pensar en sí mismo.

Y, claro, siempre había un lugar en el prado para una nueva aventura.

.

FIN.

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