El Zorro y la Oveja en Kerani



En el pequeño pueblo de Kerani, donde los días eran tranquilos y las noches estrelladas, vivía una oveja llamada Olivia. Olivia era conocida por su lana suave y blanca como la nieve, y por su buena disposición. Todos en el pueblo la querían, menos un astuto zorro llamado Zacarías.

Zacarías había llegado un día a Kerani con grandes planes de hacer travesuras. Desde el primer momento, puso sus ojos en Olivia.

"Esa oveja es un buen manjar para un almuerzo especial" - pensó Zacarías mientras se acercaba a su trocito de pradera.

Olivia, despreocupada, estaba disfrutando del sol cuando vio al zorro acercarse.

"¡Hola, Zacarías! ¿Qué traés por aquí?" - preguntó la oveja.

"¡Hola, Olivia! Solo pasaba por aquí para decirte que te veo muy feliz. Me encantaría saber tu secreto" - respondió Zacarías con una sonrisa falsa.

"¡Es fácil! Solo disfruto de todo lo que me rodea, siempre estoy rodeada de amigos y me encanta comer pasto fresco" - dijo Olivia, saltando con alegría.

El zorro puso cara de interés, pero en su mente ya estaba tramando un plan para atrapar a la oveja. Sin embargo, Zacarías era astuto, y decidió acercarse poco a poco. En lugar de atacarla de inmediato, podría ganarse su confianza.

Días pasaron y Zacarías continuó visitando a Olivia. Llevaba frutas y contaba historias divertidas sobre sus aventuras en el bosque. Olivia, a pesar de ser cautelosa, comenzó a disfrutar de su compañía.

Pero, un día, mientras caminaban juntos por el pueblo, Zacarías escuchó por casualidad una conversación entre un grupo de animales.

"¿Vieron? ¡Hoy hay una competición de habilidades en el campo!" - decía un gallo emocionado.

"¡Sí! El premio es una cesta llena de deliciosos pasteles!" - agregó una ardilla.

El zorro vio una oportunidad.

"Olivia, ¿quieres participar en la competición de habilidades?" - propuso Zacarías con un brillo en los ojos.

"No sé, Zacarías... nunca he competido antes" - dudó Olivia.

"No te preocupes, yo te ayudaré a prepararte. ¡Serás la estrella del espectáculo!" - insistió Zacarías, como un buen amigo.

Olivia, llena de confianza, decidió aceptar el desafío. Juntos, comenzaron a entrenar. Zacarías le enseñó a saltar a través de aros y a recorrer obstáculos, pero también empezó a convencer a Olivia de que desafiara a otros animales.

"Debes mostrarles que eres mejor que todos. ¡Tienes que ganar esta competición!" - decía Zacarías.

Cuando llegó el día del evento, todos los animales estaban reunidos en el campo. Olivia estaba nerviosa, pero se sentía lista. Sin embargo, a medida que las pruebas avanzaban, el ingenio del zorro comenzaba a brillar, a tal punto que los otros animales empezaron a desconfiar de sus intenciones.

En la última prueba, Zacarías intentó hacer trampa moviendo los obstáculos para que Olivia tropezara. Sin embargo, un grupo de pajaritos lo vio y alertó a los demás.

"¡Olivia, cuidado! ¡Él no tiene buenas intenciones!" - gritaron los pajaritos.

Olivia, al escuchar esto, se dio cuenta de que el zorro no tenía su verdadero bienestar en mente.

"¿Zacarías, estuviste intentando hacer trampa?" - preguntó Olivia, claramente decepcionada.

"Nah, solo quería que ganes, es todo" - respondió Zacarías, tratando de ocultar su verdadera intención.

Pero la oveja, ya herida por su traición, decidió seguir su propio camino.

"No necesito ganar de forma deshonesta, Zacarías. No quiero tu ayuda si solo piensas en ti" - dijo Olivia con firmeza, demostrando consistencia y valentía.

El zorro, sorprendido por la respuesta de la oveja, reflexionó sobre su conducta.

"Quizás me dejé llevar por las ganas de ganar..." - admitió Zacarías, mostrando arrepentimiento.

Olivia, viendo que el zorro se daba cuenta de su error, decidió darle una segunda oportunidad, amable como siempre.

"Podemos aprender juntos, Zacarías. No todo se trata de ganar, sino de disfrutar el camino y ser honestos" - propuso Olivia.

Zacarías, tocado por su actitud, asintió con la cabeza. Desde aquel día, el zorro cambió su manera de ser y se volvió un buen amigo para todos los animales de Kerani.

Olivia no ganó la competición, pero sí ganó un valioso amigo y aprendió la importancia de la honestidad y la amistad.

Y así, en el pueblo de Kerani, la oveja y el zorro siguieron compartiendo aventuras juntos, donde cada día era una nueva oportunidad de aprender y crecer.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

En esta historia de amistad, se enseña que lo importante no es ganar, sino ganar el respeto y la confianza de los demás a través de la bondad y la honestidad.

FIN.

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