Elfis y la lección de amor y solidaridad
Había una vez en un hermoso bosque encantado, la elfa Cathaisa y Bosco, el guardián del bosque. Ambos eran grandes amigos y siempre estaban dispuestos a ayudar a los demás.
Un día, recibieron una carta de su amiga Gara, quien se encontraba en el Hospital Doctor Negrín. Gara había tenido un pequeño accidente y necesitaba compañía para sentirse mejor. Cathaisa y Bosco inmediatamente se preocuparon por ella y decidieron visitarla en el hospital.
Pero había un problema: el hospital estaba muy lejos del bosque encantado. Cathaisa tuvo una idea brillante: utilizarían un coche eléctrico para llegar al hospital de manera rápida y segura.
Sabían que era importante cuidar del medio ambiente y reducir la contaminación, por eso eligieron esta opción ecológica. Ambos se subieron al coche eléctrico y emprendieron el viaje hacia el Hospital Doctor Negrín. Durante el trayecto, disfrutaron de hermosos paisajes mientras conversaban sobre lo emocionados que estaban por ver a Gara.
Al llegar al hospital, se encontraron con tres elfos más: Abenchara, Bentejui y Doramas. Ellos también habían venido a visitar a Gara porque eran sus amigos cercanos. Todos estaban felices de reunirse nuevamente después de mucho tiempo.
Sin embargo, antes de entrar al hospital, recordaron la importancia de respetar las normas de seguridad para protegerse ellos mismos y a los demás.
Decidieron lavarse bien las manos con agua y jabón antes de ingresar al edificio para evitar cualquier tipo de contagio. Una vez dentro, se dirigieron a la habitación de Gara. La encontraron sonriendo y muy contenta de verlos a todos juntos.
Cathaisa le regaló una hermosa flor que había recogido en el bosque, mientras que Bosco le trajo un libro lleno de cuentos mágicos para entretenerse durante su recuperación. Durante toda la tarde, compartieron risas y anécdotas divertidas.
También hablaron sobre los cuidados que debía tener Gara para sanar pronto y estar completamente bien. Los elfos Abenchara, Bentejui y Doramas le trajeron algunos juguetes para que se divirtiera mientras estaba en el hospital. Pasaron horas maravillosas juntos, pero llegó el momento de despedirse.
Antes de irse, prometieron visitar a Gara nuevamente cuando estuviera en casa para asegurarse de que estaba completamente recuperada. Cathaisa y Bosco volvieron al coche eléctrico junto con los otros elfos y emprendieron el viaje de regreso al bosque encantado.
Durante el trayecto, reflexionaron sobre lo importante que era ayudar a los demás y cómo un simple gesto podía alegrarles el día. Al llegar al bosque encantado, Cathaisa agradeció a Bosco por acompañarla en esta aventura tan especial.
Ambos se dieron cuenta de lo valioso que era tener amigos como Abenchara, Bentejui y Doramas, quienes también habían demostrado su amistad hacia Gara.
Desde ese día, Cathaisa y Bosco siguieron ayudando a quienes lo necesitaban, recordando siempre la importancia de cuidar del medio ambiente y respetar las normas de seguridad. Su visita al hospital había sido un recordatorio de lo gratificante que era estar allí para los demás en momentos difíciles.
Y así, la amistad entre Cathaisa, Bosco, Gara, Abenchara, Bentejui y Doramas se fortaleció aún más, convirtiéndose en una gran lección de amor y solidaridad en el bosque encantado.
FIN.