Elian el mago y Lira el hada del agua



Elian era un joven mago con un traje brillante y una sonrisa radiante. Vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas, donde pasaba sus días estudiando hechizos y encantamientos. Un día, mientras paseaba por el río, escuchó un suave murmullo.

Para su sorpresa, descubrió a Lira, una pequeña hada del agua con brillantes alas azules. Lira le contó que su hogar estaba en peligro, ya que un malvado brujo había contaminado su lago con basura.

Elian prometió ayudar a su nueva amiga y juntos emprendieron un viaje hacia el lago. En su camino, se encontraron con diversos desafíos, como atravesar un bosque encantado lleno de criaturas mágicas y cruzar un puente custodiado por un troll.

Con valentía y astucia, lograron superar cada obstáculo. Finalmente, llegaron al lago y se enfrentaron al brujo. Elian utilizó sus poderes para limpiar el agua, mientras que Lira iluminaba el lugar con su resplandor.

La magia del bien triunfó sobre la oscuridad, purificando el lago y liberando a las criaturas acuáticas. El pueblo celebró la valentía de Elian y la nobleza de Lira.

A partir de ese día, los dos amigos se convirtieron en guardianes del lago, velando por su protección y enseñando a otros sobre la importancia de cuidar el medio ambiente. La amistad, el trabajo en equipo y el cuidado de la naturaleza se convirtieron en lecciones fundamentales que Elian y Lira compartieron con todos a su alrededor.

FIN.

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