Ella, la hermosa coma, y Él, el punto final



En un libro de aventuras vivían dos singulares signos de puntuación: Ella, una hermosa coma, y Él, un punto final.

Ambos se sentían descontentos con sus roles, ya que la coma era mal utilizada y el punto solo aparecía al final. Un día, decidieron emprender un viaje juntos para descubrir su verdadero propósito. "¿A dónde iremos, Él?" preguntó la coma con entusiasmo. "No lo sé, pero estoy seguro de que encontraremos respuestas", respondió el punto.

Durante su viaje, se encontraron con la interrogación y la exclamación, quienes les contaron sobre la importancia de su papel en las oraciones y la narración. Inspirados por estas enseñanzas, la coma y el punto continuaron su viaje.

En su travesía, se toparon con la coma y el punto y coma, quienes les mostraron cómo enlazar ideas conectando frases relacionadas. Finalmente, llegaron al punto y seguido, quien les enseñó la importancia de continuar la historia.

Con cada encuentro, la coma y el punto aprendieron más sobre su relevancia en la escritura. Al llegar al final de su viaje, comprendieron que cada signo de puntuación tiene un propósito especial en la comunicación escrita, ya sea para separar ideas, marcar pausas o concluir pensamientos.

Satisfechos con su nueva comprensión, regresaron al libro de aventuras listos para desempeñar sus roles con orgullo y sabiduría.

FIN.

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