Ema y el concurso de números en la heladería
Ema era una niña muy curiosa y siempre estaba buscando aprender cosas nuevas. Le encantaba la matemática, porque le parecía fascinante cómo los números podían resolver problemas y crear soluciones para todo tipo de situaciones.
Un día, mientras caminaba por el parque con su mamá, Ema vio un cartel que anunciaba un concurso de matemáticas en la heladería más famosa del barrio.
El premio era un año entero de helados gratis ¡y Ema sabía que no se lo podía perder!"Mamá, ¿podemos ir a la heladería? Quiero participar en el concurso", dijo Ema emocionada. "Claro mi amor, pero primero debes estudiar mucho para estar preparada", respondió su mamá.
Así que Ema comenzó a estudiar todos los días después de hacer sus deberes escolares. Aprendió sobre fracciones, multiplicaciones y divisiones, todo lo necesario para ganar el concurso. Finalmente llegó el día del concurso y Ema estaba nerviosa pero emocionada.
Se encontró con otros niños y niñas de diferentes edades que también querían ganar el premio.
El primer desafío fue sumar varios números largos en poco tiempo ¡y Ema lo hizo perfectamente! Luego tuvieron que resolver problemas complejos de geometría y estadística ¡y ella los resolvió sin ninguna dificultad! Los jueces estaban impresionados por las habilidades matemáticas de Ema. Pero aún quedaba un último reto: contar cuántas bolas de helado había en una enorme copa gigante.
Ema cerró los ojos e imaginó todas las capas deliciosas de la copa. Recordó las medidas que había aprendido y comenzó a calcular en su cabeza. Luego, abrió los ojos y dijo:"Hay 347 bolas de helado en la copa".
Los jueces verificaron su respuesta y Ema había acertado ¡había ganado el concurso! Ema estaba muy feliz por haber ganado el premio, pero sobre todo porque se dio cuenta de que si estudiaba y trabajaba duro, podía lograr cualquier cosa que se propusiera.
Desde ese día, Ema seguía amando los helados y la matemática por igual, pero ahora también sabía que cuando ponía su mente en algo podía hacerlo realidad.
Y así fue como Ema se convirtió en una verdadera campeona de las matemáticas ¡y disfrutaba de sus deliciosos helados gratis durante todo un año!
FIN.