Emilia en la pista de hielo


Emilia era una niña muy alegre y activa. Desde pequeña, le encantaba jugar al hockey con sus amigos en el parque. Pero un día, algo increíble sucedió: Emilia se dio cuenta de que jugaba al hockey excelente.

Ella siempre había sido buena, pero ahora comenzó a destacarse entre sus amigos. Su técnica mejoró considerablemente y su habilidad para hacer goles era impresionante.

Un día, mientras jugaban un partido de hockey en el parque, un grupo de niños mayores se acercaron a ellos para verlos jugar. "Miren cómo juega esa niña", dijo uno de los chicos mayores señalando hacia Emilia. Los chicos mayores se quedaron viendo el partido por un rato más y luego se fueron.

Pero ese comentario hizo que Emilia sintiera algo extraño dentro de ella.

"¿Por qué me miran así?" preguntó Emilia preocupada a sus amigos"Porque eres muy buena jugando", le respondió uno de sus amigosEmilia no entendía por qué ser buena era motivo para que la miraran diferente o la trataran distinto. Ella simplemente disfrutaba jugar al hockey y divertirse con sus amigos. Pero las cosas empeoraron cuando empezaron los torneos escolares.

Los equipos rivales estaban compuestos mayoritariamente por niños y muchas veces se burlaban de ella por ser la única niña del equipo.

"¡Miren! ¡Es una nena! ¿Cómo va a jugar bien?" decían algunos niños riéndoseEmilia sentía mucha impotencia ante esas situaciones, pero no quería dejar de hacer lo que amaba solo porque los demás pensaran que no podía lograrlo. Un día, después de un torneo en el que su equipo había perdido, Emilia decidió hablar con su entrenador.

"¿Qué puedo hacer para jugar mejor y demostrarles a los demás que soy buena?", preguntó Emilia"Lo importante no es lo que piensen los demás, sino cómo te sientas tú misma.

Si te enfocas en mejorar tu técnica y disfrutar del juego, los resultados vendrán solos", le respondió el entrenador. Emilia entendió entonces que lo más importante era divertirse jugando al hockey y seguir mejorando poco a poco.

A partir de ese momento, se propuso superarse cada vez más y dejar atrás las burlas de los demás. Y así fue como Emilia siguió jugando al hockey excelente pero sobre todo divirtiéndose sin importar las opiniones de los demás.

Y aunque muchas veces la subestimaron por ser una niña, ella demostraba siempre su talento y pasión por el deporte.

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