Emily, la guardiana de los animales del bosque



Había una vez una niña llamada Emily, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de hermosa naturaleza. A Emily le encantaba explorar el bosque y pasar tiempo con los animales que allí habitaban.

Un día, mientras caminaba por el bosque, Emily encontró a un pequeño conejito atrapado entre unas ramas. El conejito estaba asustado y no podía liberarse por sí mismo. Sin dudarlo, Emily se acercó lentamente al conejito y lo liberó con mucho cuidado.

- ¡Ohh! ¡Gracias, gracias! - dijo el conejito emocionado. - No tienes de qué preocuparte, amiguito - respondió Emily sonriendo -. Siempre estaré aquí para ayudar a los animalitos del bosque.

A partir de ese día, Emily se convirtió en la protectora de todos los animales del bosque. Cada vez que encontraba a un animal en problemas, ella siempre buscaba la manera de ayudarlo.

Ya sea rescatando pájaros caídos de sus nidos o curando las heridas de algún zorrito lastimado. Un día soleado, mientras caminaba cerca del río, Emily escuchó llantos desesperados provenientes del agua. Al acercarse vio que había una familia de patitos atrapados en medio del río debido a la fuerte corriente.

Emily sabía nadar muy bien y no dudó en lanzarse al agua para salvarlos. Nadó rápidamente hacia ellos y uno por uno fue llevándolos hasta la orilla donde su mamá pata los esperaba ansiosa.

La noticia sobre las hazañas heroicas de Emily comenzaron a correr por el pueblo. Todos admiraban su valentía y amor hacia los animales. Pero no todos estaban contentos con esto. Un día, mientras Emily exploraba una cueva en las montañas, se encontró con un cazador furtivo.

El cazador tenía la intención de capturar a los animales del bosque para venderlos ilegalmente. - ¡Eh, tú! ¿Qué haces aquí? - gritó el cazador furioso. - Estoy protegiendo a los animales del bosque - respondió Emily con valentía.

El cazador intentó atrapar a Emily, pero ella era muy rápida y logró escapar de sus garras. Corrió tan rápido como pudo hasta llegar al pueblo y contarle a todos lo que había pasado.

El pueblo entero se unió para detener al cazador furtivo y proteger a los animales del bosque. Juntos construyeron cercas alrededor del bosque para mantenerlo seguro y libre de intrusos peligrosos.

Desde ese día, Emily siguió siendo la protectora de los animales del bosque, pero ahora contaba con la ayuda de toda la comunidad. Juntos crearon un santuario donde todos los animales podían vivir felices y seguros.

Y así fue como Emily enseñó al mundo que el amor y el respeto hacia los animales pueden cambiar vidas y hacer del mundo un lugar mejor para todos.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!