Emily, la zombi con corazón




En una pequeña ciudad, vivía una familia de zombis. El papá zombi, el mamá zombi y la hija zombi llamada Emily. A diferencia de los demás zombis, Emily tenía un corazón muy especial.

Aunque su piel era pálida y sus ojos brillaban en la oscuridad, su corazón latía con amor y bondad. La familia zombi solía pasear por el parque, asustando a los humanos y divirtiéndose entre ellos. Pero Emily siempre se sentía triste por asustar a la gente.

Un día, mientras paseaban, Emily vio a un grupo de niños humanos jugando. Uno de ellos, llamado Lucas, se cayó y se lastimó. En lugar de asustarlo, Emily fue hacia él y le ofreció ayuda.

Los demás niños se sorprendieron al ver a Emily siendo amable. -¿Eres un zombi bueno? -preguntó Lucas. -Sí, tengo un corazón lleno de bondad -respondió Emily. A partir de ese día, Emily se hizo amiga de Lucas y los niños humanos.

Jugaron juntos y se divirtieron mucho. La bondad de Emily comenzó a inspirar a otros zombis. Pronto, la ciudad cambió y los zombis y humanos aprendieron a convivir en armonía. La familia de Emily también descubrió que podían ser amables y cariñosos.

Emily había demostrado que, incluso siendo diferente, se podía ser bondadoso y valiente. Y así, Emily se convirtió en la zombi más querida de la ciudad, demostrando que el amor y la bondad siempre trascienden las diferencias.

FIN.

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