Emily y la carrera de natación
Emily era una niña muy alegre y activa a la que le encantaba nadar. Desde pequeña, había demostrado un talento especial para deslizarse por el agua como un pez.
Su abuela, Carolina, siempre la alentaba y la llevaba a la piscina para que practicara su deporte favorito. Emily adoraba a su abuela, quien siempre le contaba historias emocionantes y le enseñaba lecciones importantes. Un día, Emily se enteró de una competencia de natación en la que podía participar.
Estaba emocionada, pero también un poco nerviosa. -Abuelita, ¿crees que estoy lista para competir? -preguntó Emily con un brillo de duda en sus ojos. -Claro que sí, querida. Tienes un talento increíble y has trabajado duro.
Solo tienes que recordar lo que te he enseñado: la perseverancia y la confianza en ti misma te llevarán lejos -respondió Carolina con una sonrisa reconfortante. Con el apoyo de su abuela, Emily se inscribió en la competencia y comenzó a entrenar con gran determinación.
Pasaba horas en la piscina perfeccionando su técnica y fortaleciendo su resistencia. A medida que se acercaba el día de la carrera, los nervios de Emily aumentaban, pero recordaba las palabras de su abuela y se esforzaba por mantener la calma.
Finalmente, llegó el día de la competencia. Emily estaba emocionada y nerviosa, pero cuando escuchó el disparo de salida, todas sus dudas desaparecieron. Se concentró en cada brazada, en cada vuelta, recordando todo lo que su abuela le había enseñado.
Al final, Emily tocó la pared en primer lugar, ganando la carrera y dejando a todos boquiabiertos. Su abuela, entre lágrimas de emoción, la abrazó con fuerza. -¡Lo lograste, Emily! Estoy tan orgullosa de ti -gritó Carolina con voz temblorosa.
La victoria de Emily no solo fue el resultado de su talento y esfuerzo, sino también del amor y el apoyo incondicional de su abuela.
Desde ese día, Emily entendió que con perseverancia y confianza, podía alcanzar cualquier meta que se propusiera, siempre contando con el cariño y el apoyo de su abuela Carolina.
FIN.